División en derecha favorece a gobierno


La irreconciliable derecha salvadoreña sigue perdiendo los hilos del poder con el surgimiento de la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), que promete desde el Congreso «extenderle la mano» a la izquierda gobernante para facilitar proyectos que beneficien al pueblo.


«Extendemos la mano al presidente (Mauricio) Funes para que en aquello que nosotros consideremos que va en beneficio de los salvadoreños va a tener nuestros votos», declaró el diputado Guillermo Gallegos del movimiento GANA, que aglutina a los 12 diputados desafectos con la Alianza Republicana Nacionalista (Arena).

La irrupción de GANA en el panorama polí­tico surgió con fuerza al lograr, el sábado, luego de una intensa negociación, un nuevo protocolo para modificar la junta directiva del Congreso en el que lograron tres puestos.

Con la nueva aritmética, Arena perdió la llave de la mayorí­a calificada en el Congreso y acumuló un percance más desde la derrota electoral de marzo pasado y que puso fin a 20 años de gobiernos de derecha.

Gallegos aclaró que «siempre seguiremos siendo de oposición», pero adelantó que ahora apoyarán leyes de beneficio popular como «una ley de tarjetas de crédito», a la que se ha opuesto su anterior partido para beneficiar al gran capital.

«Vamos a entrarle de lleno a la ley de tarjetas de crédito que es uno de los problemas más grandes que tienen los salvadoreños con los niveles de usura que están utilizando empresas que se dedican a este rubro», enfatizó Gallegos.

El diputado independiente Orlando Arévalo considera que con la nueva composición del Congreso se abre un mejor escenario para negociar por cuanto «nadie podrá atreverse a chantajear con votos exigiendo algo».

Por su parte, el vicepresidente del Congreso y diputado del gobernante Frente Farabundo Martí­ para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda), Sigfrido Reyes, comentó que con la nueva correlación «es una oportunidad para un nuevo diálogo, para que cesen las amenazas y los chantajes».

Cuando Arena todaví­a contaba con 32 de los 84 diputados y tení­a la llave, el presidente de la agrupación y ex mandatario del paí­s Alfredo Cristiani, habí­a advertido al FMLN que si continuaba con el supuesto despido de empleados públicos iba «a arder Troya» en temas cruciales.

Tras la alteración en la correlación de fuerzas del Parlamento ocurrida en el fin de semana, Cristiani tildó a sus antiguos correligionarios de «traidores» y «chantajistas» que podrí­an estar recibiendo fuertes cantidades de dinero de fuentes que todaví­a no pudo precisar.

Según Cristiani, algunos diputados que no identificó le informaron que «ofertan» hasta 700.000 dólares para declararse rebeldes.

«Nuestros hechos van a ir hablando de la intención sana de este grupo (GANA) y vamos a descartar cualquier involucramiento que nos quieran hacer con el FMLN, con Venezuela, con Hugo Chávez (y) con José Luis Merino (dirigente del FMLN», refutó Gallegos.