Divididos en torno al déficit


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En busca de un acuerdo sobre el déficit del paí­s, el presidente Barack Obama y los lí­deres del Congreso acordaron reunirse de nuevo hoy, al destacar que necesitan trabajar en un acuerdo en los próximos 10 dí­as sobre el tamaño y los componentes de un plan para reducir los déficit a largo plazo.

Por JIM KUHNHENN y LAURIE KELLMAN
WASHINGTON / Agencia AP

Obama también optó por utilizar el poder de su oficina para canalizar la opinión pública y convocó a una conferencia de prensa para el lunes por la mañana, su segunda en menos de dos semanas dedicadas principalmente a las negociaciones de deuda.

Obama y los ocho dirigentes más importantes de las cámaras de Representantes y del Senado se reunieron en el Salón del Gabinete de la Casa Blanca durante 90 minutos en una sesión dominical poco común y menos de 24 horas después de que el presidente de la Cámara de Representantes John Boehner abandonara los planes para negociar un enorme paquete por 4 billones (correcto) de dólares para reducir el déficit.

Al momento de comenzar la reunión, Obama y algunos dirigentes se sentaron alrededor de la mesa el domingo y estuvieron vestidos de manera informal. Al preguntarles si la Casa Blanca y el Congreso podrí­an «lograr un acuerdo en 10 dí­as», Obama respondió «lo necesitamos».

El tiempo se ha convertido en un elemento cada vez más valioso en las negociaciones. El proceso de negociación para la reducción de deuda está relacionado con la necesidad del gobierno de Washington de elevar su lí­mite de endeudamiento, que en la actualidad alcanza los 14,3 billones de dólares.

El gobierno del presidente Obama afirma que si no se eleva ese tope de endeudamiento para el 2 de agosto, la nación dejarí­a de cubrir sus obligaciones, con consecuencias terribles en todo el mundo.

La nueva directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, afirmó que si Estados Unidos no actúa ella prevé «elevación en las tasas de interés, un duro golpe en los mercados bursátiles y consecuencias realmente funestas» tanto para la economí­a estadounidense y del mundo.

«Espero que haya suficiente inteligencia bipartidista y suficiente entendimiento sobre el reto que está frente no sólo a Estados Unidos, también ante el resto del mundo», agregó Lagarde.

Los republicanos exigen que cualquier plan de elevar el lí­mite de endeudamiento debe estar aunado con grandes recortes al gasto para aligerar la carga del gobierno a la debilitada economí­a del paí­s. Un aumento de impuestos, según han afirmado los republicanos, acabarí­an con cualquier acuerdo si no son compensados en alguna otra área», agregó.

Sin embargo, Obama está lejos de satisfacer a los legisladores de su propio partido. Muchos demócratas están irritados con la propuesta del presidente, de 4 billones de dólares porque contempla cambios a los programas de salud como Medicare y Medicaid.