Dividida ante elecciones en Honduras


La comunidad internacional se muestra dividida en los dí­as previos a las elecciones de mañana en Honduras, con escasos respaldos al gobierno que resulte electo, varios rechazos rotundos y gobiernos que optaron por esperar a los comicios antes de definir su posición.


Unos 4,6 millones de hondureños acudirán mañana a las urnas para elegir a diputados, autoridades municipales y al gobierno que sucederá al de Roberto Micheletti, en el poder de facto desde el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya mediante un golpe de Estado el pasado 28 de junio.

Los gobiernos de Brasil, Ecuador, Venezuela, Argentina, Paraguay y Guatemala anunciaron que desconocerán los resultados de las elecciones del próximo domingo 29 de noviembre, mientras que Costa Rica, Perú y Panamá las respaldaron y México no se pronunció.

El presidente de Costa Rica, Oscar Arias, quien fue mediador en la crisis hondureña, anunció que reconocerá al ganador de las elecciones y animó a otros paí­ses a hacerlo, en declaraciones a CNN difundidas ayer.

«Â¿Para qué vamos a castigarlos con un segundo huracán Mitch, que (es lo que) serí­a no reconocer al nuevo gobierno, aislarlo, quitarle la cooperación?», se preguntó Arias.

En sus últimas manifestaciones al respecto, Estados Unidos anunció que «vigilará las elecciones hondureñas con gran interés», señaló el Departamento de Estado.

En cambio, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, anunció en Bélgica que la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) no reconocerá las elecciones y exhortó a la Unión Europea (UE) a tomar la misma decisión.

«La decisión de Unasur está tomada: no vamos a reconocer las elecciones bajo el gobierno de facto», declaró Correa en Bruselas, aunque Perú, miembro de Unasur, habí­a anunciado lo contrario.

«Sí­ las vamos a reconocer (las elecciones), ¿por qué no?», señaló el canciller peruano, José Garcí­a Belaunde. «Todos los paí­ses de América Latina han salido de dictaduras a través de procesos electorales conducidos por gobiernos que no eran democráticos», argumentó.

La Unión Europea todaví­a no ha anunciado que hará y España lamentó las condiciones en que se celebrarán los comicios.

«Â¿Cómo vamos a hablar de algo que todaví­a no ha ocurrido? No puedo especular sobre cuál será la reacción de la UE tras los comicios», declaró Christiane Hohmann, portavoz de la comisarí­a europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner.

«No se ha cumplido en su integridad ni parcialmente el acuerdo» de Tegucigalpa/San José, y «las condiciones en que tendrán lugar las elecciones no son las que prevé el acuerdo», lamentaron fuentes gubernamentales españolas.

Otro de los grandes protagonistas diplomáticos de la crisis, la Organización de Estados Americanos (OEA) no adoptó una postura conjunta, aunque no mandó observadores a los comicios.

«La decisión nuestra respecto a la observación electoral es una cosa que no podrí­amos ni siquiera considerar», dijo el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.