El Halloween no era, hasta hace algunas décadas, una tradición arraigada en el país. Con la más fuerte invasión de programas televisivos de Estados Unidos, que se incrementó con la televisión por cable a principios de los ochenta, la fiesta de brujas ha ido evolucionando. Antes los niños salían a pedir dulces, pero ahora ya no, por la inseguridad.
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En lo que más ha cambiado la fiesta del Halloween, es que muchas personas se emocionan por la posibilidad de disfrazarse. El disfraz es un buen motivo para salirse de su rutina, de ser otra persona, y, en el proceso, evaluar sobre su propia vida e, incluso, reírse de sí misma. A veces el disfraz motiva a una persona a hacer cosas que no se permiten hacer. Eso es lo que a veces hacen las personalidades públicas (actores, políticos, locutores, artistas, deportistas): se disfrazan para salir ante la gente, pero en la intimidad son muy diferentes, incluso tímidos.
Así que aproveche la ocasión, sea diferente y disfrácese. Y si quiere provocar muchísimo miedo, le daré las siguientes opciones de los diez mejores disfraces para este año.
DE EVER HUGO ALMEIDA: disfrácese del director técnico de la Selección Nacional. Ande por allí con una camisa guapachosa como la que lució el seleccionador en el juego ante Estados Unidos. Tenga a la mano un contrato que diga que lo renovaron para intentar clasificar a la Bicolor para el Mundial de Rusia 2018. Además, asegure que no alineará como titulares a los legionarios, y que dejará a Marco Pablo Pappa en la banca durante todos los partidos. Dará mucho miedo entre los fanáticos futboleros.
DE ANTIMOTÍN MILITAR: póngase una careta transparente y ande con un fusil simulando que dispara al aire. Sus compañeros de fiesta recordarán, entre otras sensaciones, a lo que sentíamos durante los tiempos de la guerra interna cuando mirábamos venir a un par de policías militares, que hasta el ciudadano con la conciencia más limpia le tenía temor.
PARA POLÍTICOS: los políticos deben estar convencidos de que para sus electores ellos son la solución, y basaron su campaña en atacar a su contrincante. Así que un buen disfraz sería el de vestirse como su archirrival. Por ejemplo, Otto Pérez Molina se podría disfrazar de Manuel Baldizón, y viceversa. En su mente, deben creer que sus simpatizantes tendrán miedo de imaginarse que votaron por el otro.
PARA DIPUTADOS: la regla anterior para políticos no rige para los diputados, porque estos están constantemente “disfrazándose” del rival político, es decir, que ya están acostumbrados al transfuguismo. Si un diputado de la bancada Patriota se pasa, en enero de 2015, a la bancada Lider, no lo supondremos con un disfraz terrorífico, sino como una de las mañas más sucias de los políticos de nuestra actualidad.
DE LEY ANTICORRUPCIÓN: en cambio, usted, si quiere asustar a los diputados, disfrácese de Ley Anticorrupción. No por nada se tardaron diez años en aprobarse, y lo hicieron no sin antes tomarse un vaso de agua de brasas, para el susto. El hecho de que se haya aprobado no significa que no les asuste; quizá, en este momento, abogados penalistas ya están evaluando la Ley Anticorrupción para encontrarles algunos recursos para darle la vuelta en caso de que alguno de sus potenciales clientes requiera sus servicios por las penas de esta ley.
DE HAROLD CABALLEROS: no dará mucho miedo que se disfrace del flamante Canciller de Guatemala; más bien, causaría mucha risa. Pero disfrazado de esa manera, podrá ir por la calle diciéndole “pendejos” y “burros” a todos, sin temor a perder su chance.
DE RETÉN POLICIAL: no solo se disfrace de puesto de revisión de la PNC. Disfrácese de retén policial a medianoche en una carretera vacía. Sin duda alguna, éste es uno de los disfraces más terroríficos en el ideario guatemalteco.
DE GASOLINERA: también se puede disfrazar da una gasolinera. Para causar verdadero terror, lleve un letrero en el que anuncie los precios. Inicie en la noche con un monto mínimo de Q40 por galón de la gasolina regular, y las otras, obviamente, más caras. A medida que pasen las horas, vaya incrementando Q0.50 el precio para todos los combustibles. Dará mucho miedo a todos los automovilistas.
TRÁMITES DE LA SAT: el mayor terror del guatemalteco es tener que ir a hacer trámites a la SAT, porque son sencillamente imposibles. De la misma forma, ya tomó este mismo estilo la Oficina de Pasaportes de Migración. Los trámites en general en Guatemala son engorrosos, por lo que el guatemalteco, más que miedo, le tiene aberración. Para mayor temor, lleve varias cartas estilo telegrama de la SAT, y entrégueselo a los participantes de la fiesta de disfraces, con la siguiente leyenda: “Se le comunica que debe presentarse antes de 24 horas para resolver un problema fiscal, por no haber presentado la declaración de impuestos de agosto de 2008. Lleve a un abogado”. Dará mucho miedo a todos.
DISFRÁCESE DE SÍ MISMO: sería el disfraz más inesperado pero el más escabroso. Y es que diariamente, antes de salir de casa, estamos acostumbrados a emperifollarnos y seguir decenas de rituales para evitar ser nosotros mismos. Nuestra sociedad actual nos exige una serie de comportamientos, que a usted y a mí nos cuesta asimilar. La mayoría de mujeres dedica algunos (o varios) minutos para maquillarse, que no significa volverse más atractivas, sino que significa pulir o disimular algunos defectos. Sin embargo, muchos hombres también se han visto víctimas del consumismo y la moda y hacen rituales de belleza antes de salir. En general, salimos disfrazados diariamente, pero nadie nos conoce realmente. Para este Halloween, no se disfrace, salga como es realmente, con sus cualidades y defectos a flor de piel. Seguramente dará muchísimo miedo a todos.
Que esta fiesta de Halloween nos sirva de reflexión que nuestro país es de muchísimo miedo, y que quizá usted tenga algunas actitudes que desearía que desaparecieran, en vez de disfrazarlas. Si queremos cambiar esta realidad, debemos trabajar para hacer que las cosas mejoren, y que no las dejemos que se disfracen porque no nos animamos a denunciarlo.