Discutirán globalización con la OMC


Juan Somavia, director general de la Confederación Sindical Internacional.

La Confederación Sindical Internacional (CSI), integrada por más de 300 sindicatos, discutirá sobre los problemas de la globalización con la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Viena este jueves, un dí­a después de su creación.


Los sindicalistas, que el miércoles crearon este nuevo organismo para luchar contra la globalización y poner fin a décadas de disputas internas, participarán en un debate con Pascal Lamy, el director general de la OMC, una institución que representa esta polí­tica que la nueva CSI quiere transformar.

Pascal Lamy, gracias a un enlace video desde Boston, participará en el debate junto con el director general de la Organización Internacional del Trabajo, el chileno Juan Somavia.

El británico Guy Ryder, futuro director de esta nueva organización sindical, declaró el miércoles que el objetivo de la CSI es «cambiar las reglas de la globalización» en favor de los trabajadores.

El nuevo gigante sindical está integrado por 306 sindicatos de 154 paí­ses y representa a 168 millones de trabajadores, pero no cuenta con el respaldo de su rival, la Federación Sindical Mundial (FSM, comunista).

La FSM, que cuenta con 145 sindicatos y 42 millones de trabajadores en el mundo, afirmó que estaba defendiendo una «lí­nea de clase» al alejarse de la CSI y criticó a otros sindicatos por haber hecho «compromisos y concesiones» para adherir a la misma.

El resultado fue que Ryder rechazó toda «relación provechosa» entre la CIS y la FSM.

La FSM «no comparte nuestro concepto de un sindicalismo independiente ni de un sindicallismo democrático» y esta posición «no es negociable», destacó Ryder.

Los planes de la CSI consisten en organizar campañas en todo el mundo sobre asuntos como los derechos de los trabajadores, la negociación colectiva y la aplicación de normas laborales elevadas por parte de las compañí­as multinacionales.

No obstante, para lograr estos objetivos quiere hablar directamente con las principales organizaciones.

«Debemos llevar a cabo un diálogo con instituciones internacionales como la Organización Internacional del Trabajo y la Organización Mundial de Comercio para cambiar sus polí­ticas», insistió Ryder.

«Al mismo tiempo, debemos ser capaces de movilizar a los sindicatos nacionales» para garantizar un diálogo equilibrado entre el nuevo organismo y las organizaciones internacionales, agregó.

La creación de un nuevo organismo fue una demostración de solidaridad sindical ante la globalización, la apertura de los mercados, el incremento de la competencia y las interrupciones del trabajo para muchos asalariados.

Dos grandes centrales rivales, la Confederación Mundial del Trabajo (CMT, cristiana) y la Confederación Internacional de Sindicatos Libres (CISL, reformista y laica), fueron disueltas el martes, permitiendo la creación de la CSI.