Discuten crisis nuclear en Irán


Derecho. El gobierno iraní­ ha hecho varios llamados para defender su programa nuclear.

El negociador nuclear iraní­, Ali Larijani, y el Alto Representante para la Polí­tica Exterior de la UE, Javier Solana, se reúnen hoy en Ankara, en momentos en que las grandes potencias están dispuestas a dar otra oportunidad a Irán para que suspenda el enriquecimiento de uranio.


A su llegada a la capital turca Larijani dijo que esperaba que el encuentro sirva para evaluar «nuevas ideas» que se podrí­an poner sobre la mesa para desentumecer las negociaciones, según la agencia de prensa Anatolia.

Sin embargo, la portavoz de Solana, Cristina Gallach, reiteró al llegar a Ankara, junto al resto de la delegación europea, que «no habí­a cambios en la posición de la comunidad internacional».

«La prioridad es simplemente crear condiciones para la reanudación de las negociaciones», dijo.

La ví­spera de este nuevo encuentro -el último entre estos dos altos funcionarios se remonta al 11 de febrero- Estados Unidos, Europa, Rusia y China dijeron que estaban dispuestos a conceder a Irán una oportunidad de poner fin progresivamente a su polémico programa nuclear, indicaron varios diplomáticos que solicitaron el anonimato.

«Una suspensión no significa el desmantelamiento de lo que han construido», indicaron.

Las seis potencias -los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania- temen que Irán utilice su programa nuclear, que el gobierno iraní­ califica de pací­fico, para dotarse de armas nucleares.

Una de las posibles soluciones que se barajan, aunque no es del agrado de Washington, serí­a lograr que Irán declarase una moratoria sobre sus actividades de enriquecimiento, que a grandes rasgos consistirí­a en que renunciase a producir a escala industrial y se conformase con proseguir con la fase experimental.

El uranio enriquecido en las centrifugadoras suministra combustible para las centrales nucleares, pero también puede servir para la fabricación de bombas atómicas.

Esa hipotética moratoria podrí­a luego ser aceptada como una base para futuras conversaciones con Solana y como un principio de garantí­a para obtener un compromiso sobre el congelamiento de las sanciones decretadas por el Consejo de Seguridad de la ONU contra la República Islámica.

Larijani tení­a previsto almorzar el miércoles con el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan antes de reunirse con Solana.

El jueves los dos hombres harán una declaración conjunta después de entrevistarse con responsables turcos. Y por la noche Solana viajará a Oslo para informar del resultado del encuentro a los jefes de la diplomacia de la UE que participan en una reunión de la OTAN.

Diversos responsables europeos se han declarado escépticos ante la posibilidad de que se logren progresos importantes, puesto que Irán ha hecho oí­dos sordos a los llamados del Consejo de Seguridad de la ONU, que en dos oportunidades le impuso sanciones debido a su negativa a suspender sus actividades nucleares sensibles.

Ali Larijani se mantiene firme y se niega a que le pongan «condiciones previas en las nuevas conversaciones».

Estados Unidos tampoco cede en su posición.

«No hay cambios en nuestra polí­tica. Irán debe suspender sus actividades de enriquecimiento si quiere negociar», afirmó Gonzalo Gallegos, un portavoz del Departamento de Estado.

A principios de abril, Irán habí­a anunciado que estaba a punto de hacer funcionar unas 3.000 centrifugadoras en su centro subterráneo de Natanz.

Las autoridades iraní­es también confirmaron proyectos para dotarse de un total de 54.000 centrifugadoras en esa misma planta que permitirí­an llegar a un nivel de enriquecimiento capaz de producir unas 20 bombas atómicas anuales.