Cada año es la misma historia en la Comisión de Finanzas, varios diputados parecen no desaprovechar la oportunidad para sacar ventaja de la discusión del proyecto del Presupuesto. Es por esta razón que la Sala de Trabajo resulta ser la más codiciada y no es casualidad que la mayoría de sus integrantes pertenezcan al partido oficial.

El Ministerio de Finanzas entregará, próximamente, la propuesta del Presupuesto 2013 y con ello empezará su largo recorrido para ser aprobado. Durante el trayecto deberá enfrentar todo tipo de situaciones, desde la intención de los diputados de modificarlo acorde a sus intereses, hasta la dificultad de tener los votos para convertirse en decreto.

Aunque de momento no existe denuncia formal sobre los chantajes de los congresistas, es un secreto a voces que el proyecto, cada año, se convierte en un motivo de discordia entre los que tienen el poder de decisión.

“La Comisión de Finanzas es una sala súper poderosa en el Congreso, donde confluyen las personas con mayor poder político en las agrupaciones; la integran quienes tienen más callo para hacer las negociaciones”, señala el exdiputado Aníbal García.

Si bien García no integró la Sala de Trabajo para que fuera testigo de los chantajes, sí reconoce que en pasillos parlamentarios se hacía mención de las negociaciones. “Empieza a cambiarse el camello que mandaron para que salga un caballo… entra una criatura y sale Frankenstein, ya que ahí es donde empieza el peso político”, recuerda el excongresista.

Para muchos diputados las negociaciones empiezan inmediatamente después que el proyecto llega al Congreso. Eso lo sabe de primera mano el diputado Mario Taracena, quien presidió en dos ocasiones la Comisión de Finanzas en la legislatura anterior. Sin embargo, recuerda que la experiencia no lo dejó con un buen sabor de boca.

“Yo me enfrenté a varios tipos de chantajes; siempre le quieren entrar a las obras, al listado geográfico, empiezan a presionar que si no les dan obras no dan su voto, todo eso se va a vivir en el mes de octubre”, resaltó. No obstante, señaló que pese a denunciarlo, no tuvo el respaldo de la prensa y por el contrario siempre recibió críticas.

“Yo lo denuncié y en lugar de apoyarme la prensa empezaron a atacarme. Yo les puse lo que estaba pasando, pero no lo entendieron en ese momento, quedó muy mal la experiencia en eso, creo que esa es la combinación: denunciarlo y tener el respaldo de los medios de comunicación”, señaló.

PUNTOS SENSIBLES Y TRANSPARENCIA

Para el diputado Alejandro Arévalo, quien fue Ministro de Finanzas en la administración de Álvaro Arzú y actualmente integra la Comisión de Finanzas, los puntos más sensibles en la discusión son: listado geográfico de obras, ministerios de Comunicaciones, Salud y Educación por ser de las carteras con más recursos, aunque también el tema de los fideicomisos y obras a través de organizaciones no gubernamentales llaman la atención.

Sin embargo, recordó que el año pasado no se modificó el listado geográfico, por lo que se respetó la decisión de los Consejos de Desarrollo y se espera que esta dinámica continúe este año.

“Si volvemos a hacer igual, creo que se podría terminar con esa fuente de corrupción”, señaló.

Para el presidente de la Comisión por la Transparencia, Amílcar Pop, es criticable el hecho que no se permita a los grupos pequeños pertenecer a esa Sala, de manera que todo estará en manos del partido oficial.

“Tal vez no vaya a ser complicado aprobar el Presupuesto este año, ya que podrán negociar con otras bancadas; este punto nos preocupa ya que no hemos aprobado las leyes de transparencia, de manera que no existen los mecanismos para garantizar una buena discusión y una ejecución transparente”, señaló el congresista, quien lamentó que no se le permitiera ser parte de la Comisión de Finanzas.

LA RUTA

La Comisión de Finanzas, integrada en su mayoría por el partido oficial, ya empieza a prepararse para recibir el proyecto del Presupuesto, el cual será entregado próximamente.

De momento, el presidente de la Sala, Iván Arévalo, tiene contemplado programar audiencias públicas con los ministerios y distintas entidades para conocer sus peticiones y evaluar si son acordes a los recursos que establece el Presupuesto.

“Queremos invitar a las organizaciones, fundaciones y autoridades de los ministerios para conocer si están de acuerdo con el Presupuesto; esa será la tónica cuando entregue el Presupuesto en septiembre”, indicó.

El legislador asegura que impulsarán los mecanismos para evitar los chantajes. De momento, considera que el listado geográfico de obras no será modificado, práctica que se mantuvo el año anterior.

Para Manfredo Marroquín, de Acción Ciudadana, es necesario separar lo político de lo técnico, ya que “la negociación desvirtúa todo el ciclo técnico presupuestario y eso es lo que nos tiene atrapados en un círculo de mala inversión, mala calidad que retroalimenta la falta de desarrollo del país y de la pobreza”.

Considera que los diputados encargados de emitir el dictamen deben tener la capacidad técnica y política y no quedarse con su capacidad de negociación para no tirar por la borda la información de la Secretaría General de la Planificación y Finanzas para crear un nuevo Presupuesto alejado de las necesidades reales del país.