La organización encargada de ampliar el número de sufijos de direcciones de internet -la parte «.com» de los nombres de dominio- se disculpó por los retrasos, pero dijo que está privilegiando «la calidad y no la velocidad».
Hace tres semanas, la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (ICANN por sus iniciales en inglés) inhabilitó abruptamente un sistema que permite a compañías y organizaciones proponer nuevos sufijos después de descubrir un defecto de programación que expuso algunos datos privados. En ese entonces, la ICANN planeaba reabrir el sistema en cuatro días hábiles. El sistema permanece suspendido por tiempo indefinido.
«Estamos muy enfocados en la calidad de lo que hacemos», dijo Rod Beckstrom, director ejecutivo de ICANN. «Tomamos esto muy seriamente. Por eso nos estamos moviendo muy metódica y profesionalmente».
En una entrevista esta semana, Beckstrom agregó, «nos disculpamos por la demora, pero estamos comprometidos con la realización correcta de esto».
ICANN ha dicho que necesitaba tiempo para comprender por qué falló el programa y cómo arreglarlo. Eso se completó la semana pasada, dijo Beckstrom, pero la ICANN aún debe realizar pruebas exhaustivas sobre los arreglos e informar a las compañías y organizaciones cuya información quedó expuesta.
Beckstrom rechazó ofrecer un cronograma; la ICANN informó el viernes que planeaba proporcionar información actualizada después del martes.
Más de mil sufijos de dominios nuevos podrán ser agregados anualmente en el cambio más extenso en el sistema de nombre de dominios desde su creación en la década de 1980.
La idea es permitir a los hoteles, casinos y otras atracciones de Las Vegas congregarse alrededor de «.Vegas,» o a una compañía como Canon Inc. atraer clientes a «cámaras.Canon» o «impresoras.Canon». El nuevo sistema también hará posible versiones chinas, japonesas y suajilis de «.com».
Después de años de deliberaciones, la ICANN comenzó a aceptar solicitudes a mediados de enero. El plazo para entregar solicitudes debía cerrar el 12 de abril, el mismo día que la ICANN tuvo que cerrar el sistema, justo antes de la fecha límite.
La falla imprevista no afectó la disponibilidad general del sistema de nombres de dominio de internet, las bases de datos que permiten a computadoras conectadas a internet saber dónde enviar correo electrónico y localizar sitios Web. Tampoco afectó la capacidad de registrar nombres nuevos bajo sufijos existentes.