La discriminación y la violencia contra la comunidad de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (LGTB) continúa en Guatemala, que durante el 2013 ha registrado alrededor de 17 asesinatos contra este sector, en diferentes departamentos.
Johana Ramírez, de la organización “Reinas de la Noche”, afirmó que a nivel latinoamericano, Guatemala es considerado uno de los países con mayores crímenes de odio contra mujeres transexuales; del 2007 al 2013 los asesinatos se incrementaron, señaló la activista.
Ramírez resaltó la desaparición de Katherine Mishell Barrios, quien fue raptada en 2009 en la zona 1; hasta la fecha las autoridades no han dado a conocer resultados sobre este caso, para determinar si la desaparecida continúa con vida.
La activista señaló que actualmente se les niega el acceso a documentos de identificación, debido a que el Registro Nacional de las Personas (Renap) no les permite cambiarse el nombre, establecer un sexo diferente, ni tomarse la fotografía como mujeres.
Esta es una violación a los derechos humanos porque nos niegan nuestro derecho a la identidad, no podemos acceder a la educación al no contar con un reconocimiento legal, a la vez se nos niega el acceso a la salud, vivienda y trabajo, indicó.
Ramírez dio a conocer que “Reinas de la Noche” forma parte de una coalición internacional de activistas de derechos humanos, que a la vez forman parte de un ítem en Naciones Unidas, donde pueden manifestar los hallazgos sobre el sector en el país; detalló que a nivel nacional se tiene una prevalencia de VIH del 23 por ciento.
Existe un alto índice a violaciones a derechos humanos a las personas transexuales y el Ministerio Público (MP), dentro de sus parámetros de justicia, únicamente contempla al sexo femenino y masculino, lo que a su criterio limita las acciones para poder hacer justicia a las personas transgénero.
Uno de las principales problemáticas que ha enfrentado este sector es a la hora de buscar empleo, debido a que en las empresas les exigen cortarse el cabello y dejar la terapia hormonal que toman las personas transexuales, si desean optar a una plaza.