Cuando llegaba al Gran Premio de Italia, la única duda de Ferrari era cuál de sus dos pilotos ganaría la carrera: Michael Schumacher o Rubens Barrichello.
Historia antigua.
El director del equipo Ferrari, Stefano Domenicali, reconoció en una entrevista con The Associated Press ayer que para cualquiera de sus dos pilotos actuales, Fernando Alonso o Felipe Massa, será «muy, pero muy difícil» ganar en Monza el próximo fin de semana.
Domenicali agregó que los problemas de Ferrari con la aerodinámica le han dado a Sebastian Vettel y Mark Webber de Red Bull una ventaja importante. Añadió que desde julio, todo el equipo técnico en Maranello está dedicado «al 100 por ciento» al auto del año próximo.
En su primera temporada con Ferrari, Alonso ganó en Monza por segunda vez el año pasado, y la prensa local exige a gritos un nuevo triunfo a pesar de que el español ha ganado una sola carrera en lo que va del año.
«El año pasado fue fantástico, pero no creo que este año sea tan fácil porque hay muchos más adversarios que se han vuelto más y más competitivos en las clasificaciones», dijo Domenicalli. «En las últimas carreras, aparte de Bélgica, hemos recuperado competitividad, así que nuestro enfoque será esforzarnos al máximo para ganar, aunque sabemos que es muy, pero muy difícil».
Entre 1996 y 2006, Ferrari obtuvo siete triunfos en Monza: cinco con Schumacher y dos con Barrichello. Pero desde que Domenicali sucedió a Jean Todt como jefe del equipo a fines de 2007, la escudería del caballito ha visto decaer su dominio.
Alonso perdió el título del año pasado en la última carrera y actualmente está tercero en las posiciones: la friolera de 102 puntos lo separa del líder Vettel. Massa está sexto, a 185 puntos.
Desde principios de año, Ferrari ha realizado una serie nada habitual de cambios en la plana mayor: despidió al ingeniero de pista Chris Dyer antes de la temporada y al director técnico Aldo Costa después de la quinta carrera, a la vez que amplió los poderes de Pat Fry y Domenicali.
«Sin duda ha sido una temporada complicada, pero los cambios tuvieron un solo objetivo: mejorar la organización estructural de la escudería», dijo Domenicali. «No se trató de sanciones porque no es ésa la manera como funcionamos. Fueron medidas constructivas. Son las reglas del juego en esa clase de situaciones».
Corren rumores de que el próximo despedido podría ser Massa, quien no ha ganado una carrera desde que sufrió un accidente grave en el GP de Hungría en 2009.
«Felipe es un elemento crucial en este equipo», dijo Domennicali en defensa del brasileño. «Después de un año difícil, tiene muchas ganas de demostrarles a todos de qué está hecho».