La directiva de la televisora venezolana RCTV rechazó que las autoridades les nieguen la renovación de su concesión, como anunció el presidente Hugo Chávez hace un mes, e insistió en que tiene permiso de transmisión al menos hasta el año 2022.
En una rueda de prensa ayer, el director general de RCTV, Marcel Granier, dijo que «no está planteada la no renovación, porque nuestros permisos están vigentes hasta junio de 2022».
«Nadie puede operar ni vivir con la idea de que sus derechos van a ser violados. Así es que no podemos aceptar esa posibilidad», insistió.
Mientras Granier daba la rueda de prensa, cientos de trabajadores manifestaban a las puertas del canal con pancartas que decían «No al cierre» y «La dignidad no se negocia».
Los trabajadores aseguraron que se reunirán todos los días durante quince minutos a las puertas del canal para «gritar que queremos libertad y queremos trabajar».
El presidente venezolano y el ministerio de Comunicación e Información han sostenido reiteradamente que la concesión de RCTV vence el próximo mayo y que ésta no le será renovada, acusando al canal de «golpista» y «conspirador».
Sin embargo, Granier destacó ayer que hasta el momento el canal no ha recibido ninguna comunicación oficial.
«No hay ninguna acción concreta, lo que hay es muchas declaraciones», dijo el directivo.
«Dejen la brincadera, febrero, marzo, abril, tres meses y un poquito más es lo que le queda a RCTV en el aire, se acabó sencillamente, es una concesión, el Estado nacional tiene toda la potestad para tomar esa decisión», replicó Chávez anoche.
Al referirse a las declaraciones de Granier acerca de que acudirán a instancias internacionales, Chávez le dijo «que vayan donde ellos quieran pero la concesión se les acaba en mayo y listo, vayan pensando que otra cosa van a hacer».
El mandatario advirtió además que si «se les ocurre volver por los caminos abiertos del fascismo, provocación y violencia se van a arrepentir».
Según Granier, la medida de no renovar la concesión iría en contra de las leyes venezolanas y de tratados internacionales suscritos por Venezuela, por lo que RCTV ha acudido a las instancias administrativas y judiciales para su defensa.
«Estamos convencidos de nuestros derechos y así lo hemos documentado ampliamente. Hemos presentado todas las pruebas (sobre la vigencia de su concesión) y hemos pedido que se evacuen pruebas adicionales», señaló.
El caso de RCTV, en el aire desde 1953, originó el más reciente roce de Venezuela en el exterior, luego de que Chávez llamara «pendejo» (imbécil) al secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, quien le había pedido reconsiderar la decisión.
La Sociedad Interamericana de Prensa, Reporteros Sin Fronteras, la Federación Internacional de Periodistas y el Comité para la Protección de los Periodistas también han expresado su preocupación por la medida.