Dispuestos a conseguir protagonismo a cualquier precio, estos diputados empuñaban sus megáfonos provocando el desorden y el caos en el pleno del Congreso.
Jorge Rivera del Águila A-1 226336
Ahora siembran la división, provocando mayor debilidad de la institución a la que pertenecen y, con ello, debilitando al Estado. Oportunistas hasta la médula, están desprovistos de toda visión de país y de todo principio ético. Su dirigente de bancada concibe la acción parlamentaria como una “guerra en la que todo vale”, hasta las acciones más innobles, hasta las estrategias más reñidas con la ética. Su visión es más de partido político, de campaña anticipada. Se oponen por oponerse, paralizan la labor legislativa, hacen que se pierdan enormes recursos del dinero de los contribuyentes.