Las agresiones verbales, ahora a distancia, entre Roxana Baldetti, del PP, y Mario Taracena, del bloque oficial, siguen ardientes, ya que se prevé turbulencia en el hemiciclo guatemalteco la semana próxima.
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La parlamentaria Baldetti, jefa de bancada del Partido Patriota (PP), planteó petición a los jefes de bloque y Comisión Permanente para que el diputado Taracena sea retirado de su curul y ubicado en otro punto del hemiciclo, para evitar así cualquier contacto con él en la sesión extraordinaria que viene.
La parlamentaria reiteró que está cansada de los insultos personales y aquellos que ha lanzado Taracena contra sus familiares, (algo que ya podría haber llevado la sangre al río) «el papá de mis hijos ha estado a punto de venir a cometer una atrocidad aquí (al Congreso), a quitarle los dientes a ese señor, yo le he dicho que no porque me hace daño políticamente», dijo la diputada.
«A partir de este momento yo me libero de la responsabilidad, porque yo sí traje una propuesta y si no se quisieron tomar decisiones pues obviamente la semana entrante -que es una semana muy acalorada-, esperemos que no suceda nada en el Congreso», anticipó Baldetti.
ABSURDO
Mario Taracena también lanzó lo suyo para responder lo que quería promover su contrincante política. «Absurdo totalmente, a quien agredieron fue a mí, yo creo que esos son ataques de la diputada Roxana Baldetti que no hay forma que se quite el delantal».
Cómo hacerlos para que entiendan, «que tengan la hidalguía de decir: «disculpa», sin dejar de recordar que como a tres puyas no hay toro valiente, la última sesión lo atacaron por delante, por detrás y que Anabella de León le lavó la cara, explicó
ALTO COSTO
Luis Linares, analista político de la Asociación de Investigación de Estudios Sociales (Asies), expresó que el costo más alto que producen esos enfrentamientos resulta en la agenda legislativa que no avanza y no se atienden los problemas prioritarios del país.
Los diputados olvidan que son los representantes de la patria y no actúan con responsabilidad y por el contrario los enfrentamientos y las agresiones pueden subir de tono y dejarán de cumplir con la principal labor que el electorado les ha encomendado con el voto, analizó Linares.