Los diputados británicos, entre los que destacan más de un tercio de novatos, toman hoy posesión de sus escaños en una Cámara de los Comunes renovada tras el nuevo gobierno de coalición entre conservadores y liberal demócratas y el escándalo de las dietas abusivas.
El primer ministro conservador David Cameron, su número dos, el líder liberal demócrata Nick Clegg, y el resto de sus ministros se sentarán juntos por primera vez en los bancos destinados al gobierno, ocupados durante 13 años por los laboristas, tras el pacto que puso fin a la incertidumbre provocada por la elección del primer parlamento sin mayoría absoluta en 36 años.
Antes de prestar juramento, sin embargo, los 649 diputados elegidos el 6 de mayo -a los que debe sumarse uno más el próximo día 27- deberán elegir al presidente de la asamblea, generalmente un mero trámite pero que en esta ocasión podría dar lugar a la primera votación en 175 años.
La sesión parlamentaria será oficialmente inaugurada el próximo martes por la reina Isabel II, que en una ceremonia solemne conocida como el «Discurso del Trono» leerá el programa del nuevo gobierno, tras lo cual los diputados votarán una moción de confianza.
Los conservadores, ganadores de las elecciones en votos y escaños, tendrán 306 diputados que sumados a los 57 liberal demócratas darán una cómoda mayoría de 363 diputados al primer gobierno de coalición británico desde la Segunda Guerra Mundial.
Frente a ellos se sentarán los 258 diputados laboristas, en la oposición por primera vez desde 1997, y los 28 representantes de los otros pequeños partidos, en su mayoría formaciones regionales.
Más de un tercio, 227 exactamente, fueron elegidos por primera vez después de que el escándalo de los gastos excesivos de los parlamentarios apartara de la carrera por la reelección a un número récord de diputados, cerca de 150 entre los que se retiraron y los que fueron desacreditados.
Destapado por el diario Daily Telegraph, este escándalo que deterioró seriamente el prestigio del parlamento evidenció que más de la mitad de sus miembros cobraron gastos indebidos del erario público por un valor global superior a un millón de libras.
En consecuencia, se endurecieron las reglas y los diputados ya no podrán hacerse reembolsar los intereses de las hipotecas de sus residencias secundarias ni presentar facturas por gastos de limpieza, jardinería y muebles.
Una de las víctimas de este escándalo fue el presidente de la Cámara de los Comunes, el laboristas Michael Martin, que tras su dimisión fue reemplazado el pasado verano boreal por el conservador John Bercow.
Varios diputados críticos con su liderazgo esperan que Bercow, contrariamente a sus predecesores, no sea reelegido automáticamente este martes, y forzar una votación inédita desde 1835, que se llevaría a cabo el miércoles.
En cuanto a la diversidad de la cámara, aunque las mujeres establecen un nuevo récord en esta legislatura, con 142 diputadas -de las cuales sólo cuatro están representadas en el consejo de ministros-, esta cifra representa apenas un poco más de una quinta parte del total.
Cabe destacar sin embargo la presencia por primera vez en la historia de tres mujeres musulmanas, que podrán prestar juramento a la Reina sobre el Corán, al poder elegir como los otros diputados entre varios libros sagrado.