Unos 600 diputados cubanos comenzaron el lunes uno de sus dos sesiones plenarias anuales para debatir un proyecto de reforma tributaria y evaluar el plan de la economía, que en los años recientes sufrió considerables transformaciones.
Encabezados por el presidente Raúl Castro, los miembros de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el parlamento, comenzaron su actividad, indicaron medios de prensa locales.
«Según el programa previsto, los parlamentarios tendrán entre sus principales puntos el debate de una nueva Ley del Sistema Tributario, norma que en su proyecto incluye un grupo de beneficios fiscales en función de estimular el cumplimiento y el desarrollo de sectores y actividades económicas», expresó un reporte de la agencia Prensa Latina.
Los corresponsales extranjeros no tuvieron acceso a la sesión.
Paralelamente el periódico oficial Granma informó que se realizaron reuniones del Comité Central del Partido Comunista y de Consejo de Ministros –las otros factores de toma de decisión en la isla– pero no trascendieron detalles de esos eventos paralelos.
Castro impulsó desde 2010 una actualización del modelo de la isla, insistiendo en el grueso de la economía y la forma de producción será socialista, pero permitiendo un mayor margen de acción al mercado y la iniciativa privada.
En estos años se aprobaron medidas insólitas hasta entonces en la isla como una flexibilización del trabajo independiente, la entrega de tierras ociosas en usufructo a productores, la concesión de pequeños créditos a los ciudadanos o el alquiler de los locales del Estado a particulares.
También la autorización de la compra y venta de casas y autos sin el control estatal.
Sin embargo las reformas parecieron paralizarse en estos últimos meses y algunos anuncios de medidas que se estudiaban no fueron ejecutadas como una ley que permita las empresas cooperativas en el sector no agrícola –las hay en este–, una flexibilización de los permisos de salida exigidos a los ciudadanos cubanos o una ampliación del usufructo de tierras.