En una visita realizada recientemente al municipio de Chichicastenango, el embajador de Estados Unidos, Stephen McFarland y la embajadora británica Julie Chappell, manifestaron su preocupación por la expansión de las operaciones del narcotráfico en casi todas las regiones del país y coincidieron en la importancia de velar porque estos grupos no influyan en el proceso electoral de este año.
El embajador estadounidense dijo que preocupa la existencia de un corredor de narcotraficantes en el departamento de Quiché, pero es aún más alarmante que cada vez incursionen más carteles mexicanos a Guatemala y que el crimen organizado esté desplazando a las fuerzas de seguridad del Estado
McFarland enfatizó su preocupación por que el crimen organizado influya en la postulación de las distintas candidaturas de este año, a través del financiamiento de las campañas, por lo que ofreció apoyo en la búsqueda de un proceso electoral transparente.
Por su parte la embajadora inglesa dijo que Guatemala es un hermoso país, donde se resalta la belleza de sus paisajes y de su gente trabajadora, pero lamentablemente hay un alto índice de inseguridad y violencia que es lo que le afecta considerablemente.
Es muy preocupante y peligroso la existencia de un sistema paralelo impuesto por el crimen organizado, porque esto no permite la transparencia, las instituciones deben ser muy sólidas para no verse afectadas por un sistema secreto e ilegal, indicó.
En relación a la propaganda anticipada de algunos partidos políticos, Chappell señaló que afecta al proceso, porque unos se ponen en ventaja de otros; es muy importante que el período proselitista sea justo, sin corrupción y sin violencia, subrayó.
La diplomática agregó que la Embajada Británica apoyará este proceso y espera que la Unión Europea envíe una comisión de observadores para verificar que haya transparencia y sobre todo, que se dé en un clima de paz y tranquilidad.
Finalmente, Chappell indicó que para contribuir a la erradicación de la violencia, la Embajada trabaja con grupos de jóvenes en el departamento de Quiché, al igual que en otros departamentos, con el fin de evitar que se involucren en pandillas o en el crimen organizado y el narcotráfico.