Un alto diplomático norteamericano llegó hoy a Birmania para reunirse con la opositora y Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi y responsables de la junta, con la esperanza de renovar el diálogo con un régimen aislado y empujarlo a reformas democráticas antes de las elecciones prometidas para 2010.
El subsecretario para Asia del Este y el Pacífico, Kurt Campbell, acompañado de su adjunto Scot Marciel, es el más alto responsable de Estados Unidos que viaja a Birmania desde 1995, cuando la por entonces embajadora norteamericana ante la ONU, Madeleine Albright, lo había hecho bajo mandato de Bill Clinton.
El avión que los trasladaba aterrizó en Naypyidaw, la nueva ciduad construida por el régimen militar unos 400 km al norte de Rangún y convertida en capital en 2005.
«Deben reunirse con altos responsables del gobierno (el martes). (El miércoles) estarán en Rangún y se entrevistarán con Aung San Suu Kyi y otros miembros de la oposición», indicó a la AFP el portavoz de la embajada norteamericana en Rangún, Richard Mei.
Un responsable birmano había indicado el pasado fin de semana que los diplomáticos podrían reunirse con el primer ministro Thein Sein, por lo que, salvo una sorpresa, el hombre fuerte de la junta, el generalísimo Than Shwe, sería inaccesible.
Tras una primera reanudación del contacto bilateral en Nueva York en septiembre, esta visita concreta el nuevo enfoque de la administración del presidente norteamericano Barack Obama, que decidió incorporar un diálogo político a las sanciones económicas contra la junta.
«No esperamos un gran cambio con esta visita. Es sólo una primera etapa», dijo Nyan Win, abogado de Suu Kyi y portavoz de su partido, la Liga Nacional para la Democracia (LND).
Este diálogo, que Kurt Campbell ya advirtió sería difícil e incierto, tiende en particular a obtener reformas antes de las elecciones prometidas por los militares en 2010, las primeras en Birmania desde 1990.
En aquellos comicios la LND había logrado una aplastante victoria, aunque jamás pudo ejercer el poder. Desde entonces, la Premio Nobel de la Paz ha pasado un total de 14 años en prisión.
La misión norteamericana tiene lugar en momentos en que las relaciones entre los militares y la «Dama de Rangún» son un poco menos tensas.
Si bien el 2 de octubre pasado se confirmó su condena a 18 meses adicionales de detención domiliaria, Suu Kyi reanudó el diálogo con el ministro de Trabajo birmano y oficial de enlace del régimen Aung Kyi.