Dios tarda, pero no olvida


He perdido la fe.  Con asiduidad pregunto ¿Por qué Dios nos abandonó? ¡Permitiendo que continúe en el poder este administrador gubernamental!  Donde todos son corruptos.   Nos encontramos confinados, sitiados, y amedrentados en nuestras propias casas ante la inseguridad alarmante que vivimos dí­a tras dí­a.

Rosana Montoya, A-1 397908 

Quiero a toda costa encontrar en la historia de la humanidad un caso parecido con el que  coexistimos a la fecha.

 

Cuando Salomón fue elegido Rey.  Pidió a Dios inteligencia y sabidurí­a para servir a su pueblo.  Construyó el templo más  hermoso de la historia de Israel. ¡Pero…¡Perdió  objetividad cuando  se enamoró de la Reina de Saba.  ¡Entonces!  Su único propósito se centró en complacer a dicha mujer.  Para ello, subió los impuestos hasta el punto que los habitantes empezaron ha abandonar la Tierra Prometida.  Cuando el tiempo se cumplió,  Dios pidió cuentas al Rey Salomón.  ¡Si eso ocurrió al pueblo elegido de Dios!  Me pregunto ¿Qué será de nosotros hijos adoptivos de Dios Padre?

 

Mi único consuelo es que Dios tarda, pero no olvida.