Por motivo de una visita especial viajamos hacia la ciudad de Quetzaltenango, aunque ya conocíamos la segunda ciudad de nuestra patria Guatemala, pero no habíamos tenido la oportunidad de conocer ese pedacito de la tierra bendita de Dios que se llama Almolonga, en donde casi todos sus habitantes son evangélicos en donde todos veneran a nuestro Señor Jesucristo, y donde hay muchas iglesias evangélicas que con toda fe veneran al Rey de Reyes, que es nuestro redentor del universo. Salimos de la capital el sábado 9 de diciembre a las siete de la mañana y llegamos a las 14:00 horas, caminos por el lado de la tierra fría haciendo escalas por motivo que hay trabajos de construcción de ampliación de la carretera dese Chimaltenango hasta llegar a Quetzaltenango, creemos que por abril de 2008 ya estará mejor la carretera; nuestra estancia fue corta pero nos venimos encantados de las maravillas de Almolonga tanto de sus habitantes como su fe en nuestro Señor Jesucristo que les bendice en sus labores diarias como en las verdura que se producen en las faldas de las colinas de las montañas, es de admirar las grandezas de los repollos, de las zanahorias, de los rábanos, las cebollas, las coliflores y todas las verduras que se dan en esas tierras, y que se van para todas partes de la Republica y en el extranjero. Es un municipio de mucho comercio donder llegan camiones a descargar verduras al mercado y pronto llegan otros camiones a cargar para llevarlas a los departamentos para la venta en los mercados. Los domingos casi todo el pueblo está en ayuno desde la seis de la mañana hasta las trea de la tarde en las iglesias evangélicas venerando a nuestro Señor Jesucristo, por la bendición que les ha dado a su pueblo.
Este viaje lo hicimos con mis hijos Olga Marina Duarte, Blanca Judith, Luis Alberto y el hermano evangélico Lázaro Pérez. Todos visitamos la iglesia Misión Evangélica ESPIRITU SANTO MONTE SINAI, en donde nos atendió muy cortésmente el pastor de dicha iglesia Pedro Esteban Cotio, y donde nos expreso su gran fe en nuestro Señor Jesucristo, y nos bendijo a nuestro regreso a la capital; fue para todos nosotros un viaje muy bendecido y trayendo en nuestros corazones las maravillas que Dios está haciendo en nuestra patria que se llama Guatemala, por que el único que salvara al mundo será para siempre el Dios Eterno. ?Tribuna, No Mostrador?.