Christian Dior designó al diseñador belga Raf Simons como su nuevo director artístico, siete meses después de que su creador emblemático, John Galliano, fuera declarado culpable en París de proferir insultos antisemitas mientras estaba ebrio.
Simons -un rebelde de la moda que comenzó su carrera como diseñador de muebles y tiene una exitosa marca de ropa para caballeros- presentará su primer desfile para la renombrada casa de modas en julio en París, de acuerdo con el anuncio del lunes.
Galliano fue despedido de Dior en marzo de 2011, días antes de la presentación de su colección otoño-invierno, luego de que se difundiera en internet un video donde el diseñador ebrio insultaba a un cliente en un café de París. En esa ocasión se le escuchó decir torpemente «amo a Hitler», entre otras declaraciones escandalosas.
Simons, de 44 años, quien diseñó para la marca minimalista Jil Sander de 2005 hasta hace poco, era considerado el mejor candidato para el trabajo en Dior.
En un comunicado, la casa de modas dijo que Simons será director artístico de alta costura, las colecciones de confección y accesorios femeninos. Dior lo elogió como «uno de los talentos actuales más grandes» y dijo que «inspirará e impulsará hacia el siglo XXI» el estilo que ha sostenido la prestigiosa casa desde su creación en 1946.
«Estoy encantado de incorporarme a esta gran casa», dijo Simons según lo citó el comunicado. «La casa Dior es el símbolo de la elegancia absoluta».
La forma en la que Simons traducirá su propia visión de Dior será sin duda la principal interrogante en el desfile de París en julio. En sus diseños ha usado colores minimalistas y saturados en formas precisas.
Simons ha tenido una carrera cambiante. Tras pasar de los muebles a la ropa para caballeros en 1995, se tomó un año sabático y terminó como profesor en el departamento de moda de la Universidad de Artes Aplicadas de Viena, de 2000 a 2005.
«El mensaje más importante que Raf quiere comunicar es: orgullo en la individualidad», dice su currículum oficial.
Claramente Simons se estaba preparando para su momento en Dior, con sus desfiles en París y después en Milán en febrero, en su última pasarela para Jil Sander. Al final de su muestra en Italia dejó escapar algunas lágrimas y recibió los aplausos del público dos veces.
Los amantes de la moda estarán más que complacidos con su regreso, esta vez a una institución venerable de la costura.
Con el anuncio, Dior también deja atrás un capítulo doloroso por el escándalo de Galliano.
El diseñador británico de madre española fue declarado culpable en septiembre de proferir «insultos públicos basados en el origen, afiliación religiosa, raza o etnicidad», pero no fue condenado a prisión ni obligado a pagar una multa, la cual fue impuesta pero quedó suspendida.
El otrora orgulloso diseñador explicó humildemente en el juicio que tiene una «triple adicción» —al alcohol, los barbitúricos y las pastillas para dormir— y dijo que no recordaba nada de lo que había pasado. Galliano agregó que se arrepentía por «la tristeza que ha causado todo este asunto».
Simons no tiene la celebridad de Galliano y Jil Sander no tenía un público tan grande por complacer como Dior. Simons tendrá que equilibrar los diseños emocionantes y avanzados con el gusto mundial para encontrar un lugar en las alfombras rojas y las tiendas departamentales.