En anterior Realidario (DCL), el apartado «Dinero limpio» apareció trunco.
El texto completo es como sigue:
Dinero limpio. A riesgo de que se me tache con los más ofensivos y humillantes epítetos, yo insisto en que eso de lavar dinero debe ser considerado como una labor del más alto civismo y patriotismo que pueda imaginarse. ¿Tiene idea el probable lector de la cantidad en millardos de gérmenes patógenos, virus y bacterias que anidan en un solo mugroso billete en circulación e incluso en la bóveda de los bancos? Pero hay personas altruistas que de manera desinteresada, sabedoras del peligro para la salud pública que representa el dinero en circulación, y sobre todo los dólares, se dan a la noble y abnegada labor de darles un buen baño con detergente y abundante agua, sea potable o llovida, a los asquerosos billetes de diferentes denominaciones, monedas o fichas incluidas, sin cobrarle dicho trabajo honrado al Banco de Guatemala ni a la ciudadanía en general; o sea de forma anónima, tal como deben ser las obras de beneficio social. Creo entender.