Dinámica ecológica, industrial y comercial (1)


La presión global para tomar decisiones importantes para la buena preservación y conservación del planeta Tierra avanza en Guatemala en algunos sectores industriales. La presión viene desde el punto de vista económico, en virtud de las normas ecológicas y ambientales internacionales que deben llenar las industrias que quieran exportar, cada vez son más exigentes. Si los exportadores no llenan a cabalidad los requisitos, se quedan sin exportar y sin el deseable flujo económico.

Roberto Arias

El 15 de julio de 2010 tuve la oportunidad de asistir al Foro Seminario sobre Eficiencia Energética, auspiciada por CentraRSE y realizado en Espacio ECO en la Ví­a 9 5-04, zona 4, a un costado del edificio de la Cámara de Industria; un espacio educativo para temas ambientales que contiene biblioteca, mucha información ambiental e interesantí­simas muestras fí­sicas de la tecnologí­a europea y de otros paí­ses de primero y tercer mundos, para ahorro de agua y energí­a. CentraRSE, según informan, es una ONG formada por un grupo de empresas que cree en la responsabilidad social empresarial como motor de desarrollo sostenible del paí­s y afirman que la responsabilidad social empresarial es una cultura de negocios basada en la ética y la ley que contribuye a la competitividad, bienestar general y desarrollo sostenible del paí­s. Estas ideas son válidas. Serí­an hechos altamente beneficiosos aplicables a las expectativas de una población, si fuera ésta la voluntad de llevar a la realidad una verdadera responsabilidad social empresarial que genere, dentro de los cánones éticos, el bienestar general y desarrollo del paí­s. Este es un buen tema para la dialéctica entre la industria y la ecologí­a y/o medio ambiente, porque todos queremos estar dentro del mismo barco y en términos generales todos cabemos, pero… Regresando al tema que nos ocupa, Guillermo Monroy, Director Ejecutivo de CentraRSE comentó que «Las empresas, como actores importantes dentro de la sociedad, juegan un rol primordial al impulsar una cultura empresarial más conciente y responsable sobre el uso y manejo de los recursos naturales. En este contexto, la importancia radica en saber operar de manera ecoeficiente, creando productos que proporcionen beneficios económicos, sociales y ambientales; protegiendo la salud pública y el medio ambiente a lo largo de todo el ciclo de vida del producto, desde la extracción de la materia prima hasta su consumo y desecho». Se nos recordó, a los presentes, que toda la energí­a que existe sobre la Tierra proviene del Sol, menos, obviamente, la que viene del centro de la Tierra. Dicho de una manera simple, el Sol emite luz y esa luz solar es la que nos alimenta y nos abriga. Las plantas se alimentan de la luz solar por medio de la fotosí­ntesis y allí­ se inicia la cadena trófica o alimenticia. Los animales herbí­voros se alimentan de las plantas y los carní­voros de los herbí­voros. La luz solar calienta los vientos y el mar. El movimiento de los vientos se debe al choque de los aires frí­os con los más calientes y algo similar ocurre con las corrientes marinas, dentro de otras causas. De tal manera que cuando el estimado lector se come una carne asada, unos camarones con salsa tártara o una ensalada de lechuga y tomate, está ingiriendo de una manera cuasi directa, un rayito de sol que le proporciona la energí­a para vivir. La tecnologí­a para ahorrar energí­a que nos enseñaron es impresionante. Continuará…