Dimite Presidente somalí­


El presidente somalí­ Abdullahi Yusuf Ahmed  ante su importencia por no haber logrado la paz en su pais, anunció su dimisión al cargo. FOTO LA HORA: AFP Roberto SCHMIDT AFP PHOTO/STRINGER

El presidente somalí­ Abdullahi Yusuf Ahmed dimitió hoy por no haber logrado «traer la paz» a Somalia, en medio de una crisis polí­tica que ha paralizado las instituciones del paí­s, hundido en el peor ciclo de violencia desde el inicio de la guerra civil en 1991.


Elegido a la Presidencia de Somalia el 10 de octubre de 2004, Yusuf nunca logró imponer su autoridad en todo el paí­s, del que los milicianos islamistas controlan ahora buena parte del centro y el sur.

«Habí­a prometido dejar el poder si no lograba traer la paz, la estabilidad y la democracia a Somalia», declaró Yusuf en un discurso ante los parlamentarios en Baidoa, sede del Parlamento de transición, a 250 km al noroeste de la capital, Mogadiscio.

«He decidido devolverles el poder; he firmado la carta de dimisión y he dado el poder al presidente del Parlamento», Aden Mohamed Nur, que a partir de hoy ejercerá la función de presidente de Somalia, agregó Yusuf.

Nur confirmó haber recibido y aceptado la carta de dimisión de Yusuf.

El Parlamento tiene ahora 30 dí­as para elegir a un nuevo presidente.

En un informe la semana pasada, el International Crisis Group (ICG) atribuyó a Yusuf la responsabilidad por el caos actual, que los islamistas han aprovechado para ganar terreno, y el empantanamiento de las conversaciones de paz.

Yusuf «ha dejado de lado a la mayorí­a de la población y exacerbado las divisiones; se ha convertido en un obstáculo (…) para la paz y la supervivencia del paí­s», escribió el ICG.

Ahora, la renuncia llega en medio de una grave crisis polí­tica entre el presidente y una parte de su gobierno y del Parlamento de transición.

Yusuf habí­a anunciado el 16 de diciembre haber elegido a un nuevo primer ministro, Mohamud Mohamed Guled, para remplazar a Nur Hasan Husein, que, sin embargo,habí­a sido confirmado la ví­spera en el cargo por un voto masivo de confianza de los parlamentarios.

La destitución de Husein fue condenada por la comunidad internacional y juzgada ilegal por el Parlamento.

El 24 de diciembre, Guled anunció a su vez su dimisión.

Las disensiones han paralizado completamente el trabajo de las instituciones desde hace semanas.

Además, desde la caí­da a comienzos de 2007 de los insurgentes de los tribunales islámicos, que llegaron a controlar Mogadiscio, la violencia ha aumentado en la capital y en un número cada vez mayor de regiones somalí­es, donde las fuerzas gubernamentales, apoyadas por los aliados etí­opes, combaten a los islamistas.

Etiopí­a, que intervino a finales de 2006 en Somalia para combatir a los tribunales islámicos, anunció que retirará todo su ejército del territorio somalí­ a comienzos de 2009, lo que acentúa las dudas sobre la seguridad en el cuerno de ífrica.

Además de la mala situación de la seguridad, la situación de la población es desastrosa. Según la ONU, 3,2 millones de somalí­es, es decir cerca de la mitad de los habitantes, necesita ayuda de primera necesidad para sobrevivir.