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Dos grupos marcan las diferencias. El primero aduce que, aunque sus organizaciones tienen un nutrido listado de integrantes, la mayoría son indocumentados pero no están debidamente registrados; por ello argumentan estar siendo excluidos.
El otro grupo, cuyos miembros tienen respaldo migratorio legal, reclaman tener más «derechos» para pertenecer al consejo.
El pasado 23 de febrero se llevó a cabo en la sede del consulado en Los íngeles, y en presencia de las autoridades de la Cancillería guatemalteca, un intento más para integrar en definitiva el Consejo, detenido por la falta de consenso.
Sin embargo, una pugna, que por momentos rozó en tonos elevados de voz, hizo que fuera suspendida la elección hasta que las organizaciones buscaran un acuerdo.
DIVISIí“N
Desde octubre de 2007, cuando el Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (Conamigua) vio la luz del día, distintos grupos de connacionales se han manifestado en contra.
Sus argumentos son que la ley impide que migrantes participen en el consejo asesor. Por otro lado, cuestionan que su papel no sea vinculante en las decisiones finales de Conamigua.
Eso ha llevado al fracaso la integración final del grupo asesor. En junio del año pasado, bajo la tutela de la ex cónsul Marta Aída Argueta, se desarrolló el primer intento en Los íngeles; no sólo fue frustrada sino terminó con la destitución de la diplomática.
A raíz de la creación del Conamigua -en octubre del 2007-, algunas organizaciones se han manifestado en contra, por los requerimientos que dicta la ley para que los migrantes puedan participar en el Consejo Asesor.
Los aspectos más criticados son que los migrantes no puedan tener ni voz ni voto, y únicamente servir como ente asesor. Además, se pide que las agrupaciones sean legales, lo cual ha llevado al fracaso en las elecciones de Los íngeles y Chicago.
ROBERTO PENEDO,
subsecretario ejecutivo
BYRON QUEZADA,
líder en Los íngeles.