Unos 3,1 millones de neoyorquinos, es decir cuatro de cada diez, tuvieron dificultades para comprar alimentos en 2007, según un estudio del Banco de Alimentación de Nueva York.
El número de personas alcanzadas por el alza en la ciudad tuvo un incremente explosivo de 52% desde 2003, primer año en que se realizó el estudio.
La mitad de los hispanos y de los habitantes del barrio Bronx (norte de la ciudad) afirmaron haber tenido dificultades para alimentarse el año pasado.
El alza de los precios de la canasta de alimentos fue de 15% entre 2003 y 2007, y de 5,8% desde mayo de 2007 a la fecha, según la Oficina estadounidense de estadísticas.
La inflación en los precios de los alimentos se duplicó entre 2003 y 2007, con relación al período 1999-2003, en que se mantuvo en 7%.
Incluso las categorías privilegiadas fueron afectadas: una persona de cada cinco que ganan más de 75.000 dólares por año declaró tener dificultades para alimentarse, cinco veces más que en 2003.