Los desacuerdos entre Francia y Alemania podrían impedir que los líderes de la eurozona lleguen a un acuerdo sobre un segundo plan de rescate para Grecia el próximo fin de semana, dijo hoy una persona familiarizada con las negociaciones.
Una posición común de las dos economías más importantes de la eurozona es un requisito fundamental para alcanzar un acuerdo entre los 17 países de la eurozona durante su reunión cimera del domingo dedicada a Grecia.
Los inversionistas de todo el mundo esperan que un acuerdo amplio en la crisis de la deuda soberana, incluyendo los últimos detalles del segundo rescate de Grecia, impida que la situación se deteriores hasta una recesión global. Los contratiempos para lograr ese objetivo hicieron que bajaran el martes las bolsas de valores de todo el mundo.
Alemania quiere que los bancos acepten pérdidas del 50% al 60% en los bonos soberanos griegos que adquirieron, mientras que Francia insiste que loa acreedores sólo deberían adoptar revisiones técnicas al acuerdo preliminar alcanzado en julio con los inversionistas privados, agregó esa persona, que habló a condición del anonimato debido a lo delicado de las negociaciones.
El acuerdo de julio ocasionaría pérdidas de un 21% a los tenedores de los bonos griegos, debido en gran medida a una reducción de los intereses pactados y la ampliación de los plazos de vencimiento.
Aunque la medida aliviaría un tanto en los próximos años la presión que padece Grecia, poco haría para reducir la carga de su endeudamiento soberano, a punto de alcanzar el 180% del producto interno bruto si es aprobado el acuerdo, indicó la persona.
Los funcionarios alemanes dijeron las últimas semanas que la eurozona necesita encontrar una solución para Grecia a fin de que el país pueda pagar su deuda a largo plazo.
Por otra parte, Francia se mostró reacia a imponer mayores perdidas a los bancos, ya que las instituciones de crédito francesas figuran entre las mayores poseedoras de bonos soberanos griegos.