Diez años sin cambios


El lago de Atitlán se ha contaminado con desechos emanados por la industria y urbanizaciones.

A una década del establecimiento de normas para preservar los lagos de Guatemala, pocos esfuerzos han trascendido para conservar los recursos hí­dricos del paí­s, lo que podrí­a generar una crisis nacional.

Javier Estrada Tobar
lahora@lahora.com.gt

Hoy se cumplen 10 años de la aprobación de la ley que declara área protegida «Reserva de Uso Múltiple Cuenca del Lago de Atitlán», sin embargo, la contaminación de ésta y cientos de fuentes del vital lí­quido en el paí­s ha incrementado considerablemente.

Los esfuerzos de diversas organizaciones que se preocupan por la implementación de normativas que velan por la conservación del medio ambiente parecen no tener resultados positivos ante la contaminación provocada por el aumento de las zonas urbanas e industriales

Pedro Maldonado del Centro de Acción Legal-Ambiental y Social de Guatemala (CALAS) asegura que la crisis es muy seria, ya que el 90% del agua en el paí­s se encuentra contaminada y afecta a un gran número de guatemaltecos.

CALAS propone una respuesta gubernamental rápida, dirigida a aumentar el presupuesto para el Ministerio de Ambiente y de Recursos Naturales, así­ como capacitar a las corporaciones municipales para que incluyan en su presupuesto un programa de tratamiento de aguas residuales.