¿Diésel o gasolina?


Los conductores Nasser Saleh Al Attiyah y  Tina Thorner  en su BMW durante el simbólico comienzo del Rally Dakar 2009 en Buenos Aires. FOTO LA HORA: AFP Alejandro Pagni

Cinco años después de que Volkswagen decidiera abastecerse con diésel para disputar el Rally Dakar, BMW y Mitsubishi abandonaron para la edición 2009 en Argentina y Chile la gasolina tradicional, una revolución en el mundo de los carburantes.


Este año la prueba también será histórica sobre este punto: el vencedor del Dakar sudamericano rodará por primera vez en la historia con un motor diesel, una tecnologí­a considerada desde hace tiempo como un freno para el éxito sobre las pistas africanas.

Así­ Volkswagen, que lanzó su Raza Tuareg diesel en 2004, logró algunas gratas satisfacciones con podios (Kleinschmidt, tercero en 2005 o De Villiers segundo en 2006), y 21 victorias en especiales, pero no el éxito final.

«La reglamentación es tal hoy, que no se puede ganar si no se tiene diesel», subrayó Dominique Serieys, director de Mitsubishi Motorsport, evocando los reglamentos de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) sobre los estrictos controles a los motores con gasolina.

«Con un motor diésel tenemos más pareja y más potencia. Tenemos un mejor compromiso pareja/potencia. Un motor diesel está bien hoy a régimen bajo pero también a alto régimen. Pues la velocidad punta es superior con diesel», insistió Serieys, cuya escuadra ha conquistado siete tí­tulos consecutivos.

Consciente de que BMW se ha hecho cada vez más amenazador, como quedó demostrado con 10 victorias en 14 especiales en 2007, Mitsubishi trabaja en su motor turbo-diesel V6 3 litros desde abril de 2006.

La elección del diésel es técnica por cierto, pero es tan comercial y medioambiental para las escuadras, con la utilización de un biodiésel y de un carburante alternativo neutro en carbono.

El mismo sonido de campana se escucha en casa de Volkswagen. «Esta tecnologí­a se encuentra sobre los caminos. Nuestro objetivo es claramente ser los primeros en ganar con un motor diesel», afirmó Kris Nissen, su homólogo en la casa de Volkswagen.

BMW y Volkswagen ciertamente vieron con buenos ojos esta revolución de cambio de su principal adversario en la 30 edición, más aun cuando la empresa japonesa también escogió cambiar de modelo, pasando del Pajero al Lancer.

«Pienso que la jerarquí­a no va a cambiar», estimó sin embargo Serieys.

Mitsubishi «tuvo poco tiempo para trabajar el auto, entonces vamos a ver lo que resulta de esto», respondió Nissen, soñando con ver su espí­ritu de pionero recompensado.