Al fin y al cabo los Ferraris, Lamborghini y Rolls Royce, algunos de los vehículos automotores más costosos y mejor fabricados del mundo, también tienen marcha atrás y un famoso refrán empieza diciendo que “cometer errores es de humanos…”. Debo confesar que me siento muy contento por la decisión tomada del presidente Pérez Molina junto a la vicepresidenta Baldetti al rectificar su incorrecto proceder en el caso del periodista José Rubén Zamora, presidente de elPeriódico, guardando la esperanza que con el del Lic. Fernando Mollinedo la PMT de Guatemala proceda de la misma forma. Es que para cualquier ciudadano consciente resulta insoportable apreciar abusos de poder en los casos señalados, combinados con tráfico de influencias y hasta con chantaje.
Me alegro más todavía al intuir que los mandatarios escucharon a quienes con la mejor intención les aconsejaron emplear la lógica, una mejor estrategia política y apegarse a lo que nuestras leyes determinan, puesto que existe un procedimiento establecido, en caso alguien se sienta ofendido o agraviado por supuestas transgresiones en la misma Ley de Emisión del Pensamiento. Ahora resurge entre quienes ambicionamos lo mejor para el país que nuestros gobernantes no pierdan la característica de saber escuchar a quienes con mejor criterio, preparación y sin ningún interés obscuro ni personal puedan hablarles con la verdad y sobre todo con principios y valores éticos en la mano.
Nos resultaba increíble que nuestras autoridades siguieran siendo las primeras en transgredir esos valores y principios, especialmente cuando los mandatarios han podido comprobar de una y mil maneras que su popularidad, así como su aceptación la han venido perdiendo apenas llegando a la mitad de su período, lo que se ha ido traduciendo en que los ciudadanos hayamos perdido la fe, la confianza y la credibilidad en nuestras autoridades. Por ello y haciendo mío el criterio de esa multimillonaria cantidad de pobladores, les doy las gracias por su acertada decisión y los invito a seguir dando muestras de que siendo seres humanos, sigan manteniendo la hidalguía y la sabiduría de reconocer y rectificar sus errores.
Claro, comparto su criterio, no es lo mismo la crítica objetiva y constructiva sobre sus actos cometidos en el ejercicio del poder, en el cumplimiento de sus deberes y responsabilidades adquiridos al asumirlo, que las agresiones, ofensas o calificativos dados sin razón o fundamento. De ahí la insistencia para que fueran ustedes los que dieran el mejor de los ejemplos, puesto que si hubieran sido los primeros en hacerlo equivocadamente ¿qué podrían exigir de los demás? Cuando este comentario sea publicado, se habrá efectuado ya la entrega del informe anual de labores que determina la Constitución. Ojalá se haya presentado y sea evaluado bajo aquella sabia prueba cuádruple Rotaria de: ¿Es la verdad? ¿Es equitativo para todos los interesados? ¿Creará buena voluntad y mejores amistades? Y ¿Será beneficioso para todos los interesados? ¡Ustedes tienen la palabra!