El ejército estadounidense anunció la muerte de dos militares que perdieron la vida el domingo al norte de Bagdad, con lo que ascienden a 110 sus bajas en Irak durante diciembre, que se convierte así en el mes más sangriento en dos años para las tropas de Estados Unidos.
«Dos soldados de la fuerza relámpago asignados a la tercera brigada, primera división de caballería, resultaron muertos el domingo al estallar una bomba durante una operación de combate en la provincia de Diyala», en el norte de Bagdad», señaló el ejército en un comunicado.
«Otros dos soldados fueron heridos» en el ataque, añadió.
Con al menos 110 militares muertos, diciembre ha sido el mes más sangriento para las tropas estadounidenses destacadas en Irak desde noviembre de 2004, cuando las bajas ascendieron a 137, la mayoría de ellas registradas en el asalto de la ciudad rebelde de Faluya (oeste).
Con estas muertes ascienden a 2.993 el número de militares y personal asimilado norteamericano muertos en Irak desde la invasión del país, en marzo de 2003, según un balance de la AFP elaborado a partir de cifras del Pentágono.