Diamantes rosa



En una lujosa suite del gran hotel neoyorquino Ritz, sesenta y cinco diamantes rosados, los más preciados del mundo, son examinados atentamente por joyeros y coleccionistas que durante las próximas semanas invertirán su dinero en las piezas de su elección.

Propietarios de grandes joyerí­as como Tiffany’s o Graff, o coleccionistas como el experto Alan Bronstein, acuden uno por uno, en una cita privada, a escrutar lo mejor de lo que ha extraí­do Rí­o Tinto, compañí­a minera que produce un 17% del volumen total de diamantes en el mundo y un 80% de los diamantes rosas, que son los más raros.

Las piedras, talladas pero no engarzadas, proceden de la mina de Argyle, a tres horas de avión de Perth en el noroeste de Australia. Desde el 11 de septiembre, la selección 2007 ha estado expuesta en Perth y luego en Hong Kong. Nueva York es la última escala.

Los nombres de los «vencedores» se anunciarán un dí­a después del cierre de las ofertas el 17 de octubre, señaló Jean-Marc Lieberherr, director de ventas de Rí­o Tinto. La elección del feliz comprador se hace en base a las ofertas que el grupo estime más interesantes, aunque no se trata en realidad de una subasta.

Los precios de los diamantes rosados pueden alcanzar hasta cincuenta veces el de un diamante blanco, con un precio de partida de 400.000 dólares por quilate (1 quilate = 0,2 gramos).

«Este año nuestra producción se distingue por una excepcional intensidad de color», señala Lieberherr al mostrar un estuche donde brilla una piedra casi roja, de 1,74 quilates. «Se encuentran (diamantes) similares cada 10 o 15 años, no más», afirma.

La mina Argyle, abierta desde mediados de los 80, cerrará dentro de diez años «porque luego el costo de la explotación será demasiado caro, será necesario descender muy profundamente bajo tierra», según Lieberherr.

De acuerdo a Gavin Pearce, responsable de la producción, las estrellas de Hollywood han contribuido a que estas piedras se pongan de moda.

«Los diamantes rosados se han vuelto muy de moda en los últimos años, Jennifer Lopez fue una de las primeras en llevarlos, (el actor) Ben Affleck le habí­a ofrecido uno de 6 quilates, pero de un color rosa muy claro», recordó.

«Es un mercado de expertos, pero si ya tienes tu diamante blanco, podrí­as también diversificar tu colección. Liza Minnelli y Elisabeth Taylor tienen el suyo, y Nicole Kidman se interesó recientemente», aseguró.

El origen del color rosa del diamante es un misterio. Parece que las piedras fueron expuestas a la vez a mucho calor y mucha presión, explican los especialistas.

Los aborí­genes de Australia que viven en la región donde se encuentra la mina consideran que el sitio es sagrado. En sus leyendas, el diamante rosado es el corazón de un pez imposible de pescar.

De noche, los diamantes rosados abandonan sigilosamente el hotel hacia un destino secreto.