Diálogo israelo-palestino pende de un hilo


Manifestación en Jordán a favor de la causa palestina y contra la colonización israelí­. FOTO LA HORA: AFP KHALIL MAZRAAWI

Una febril actividad diplomática reinaba hoy para arrancar un acuerdo entre israelí­es y palestinos a pocas horas del fin de la moratoria sobre la colonización judí­a en Cisjordania, que puede acabar con el frágil diálogo de paz reanudado recientemente por ambas partes.


Estados Unidos ejerce fuertes presiones sobre el primer ministro israelí­, Benjamin Netanyahu, y el presidente palestino, Mahmud Abas, para que «hagan todos los esfuerzos posibles» para impedir que se interrumpan las negociaciones.

Abas y la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, tienen previsto reunirse de nuevo el sábado en Nueva York, tras una entrevista el viernes por la noche que no desembocó en nada nuevo.

«Las conversaciones son verdaderamente intensas en estos momentos», subrayó Jeff Feltman, subsecretario de Estado estadounidense para Oriente Medio.

Por su parte, Netanyahu pidió a su ministro de Defensa Ehud Barak, un moderado en el gobierno de derechas, prolongar su visita a Nueva York para participar en los esfuerzos para un compromiso.

Para salvar las negociaciones de paz, la comunidad internacional, empezando por el presidente estadounidense Barack Obama, ha pedido a Netanyahu que prolongue la moratoria sobre la construcción en las colonias judí­as de Cisjordania decretada hace diez meses y que finaliza el domingo.

Paralelamente, los estadounidenses han pedido a los palestinos que «no utilicen la amenaza de abandonar» las negociaciones.

Washington propuso una prolongación de tres meses de la moratoria, el tiempo de llegar a un acuerdo sobre las fronteras, fórmula que apoyan los negociadores palestinos, según fuentes palestinas.

Israel, por boca de un alto responsable gubernamental, dijo el viernes que estaba «dispuesto a llegar a un compromiso aceptado por todas las partes» a la vez que subrayó que «no podrí­a haber cero construcciones» en las colonias.

Sometido a las presiones de los ultranacionalistas de su coalición gubernamental y del lobby de los colonos, Netanyahu ha excluido prácticamente prolongar la moratoria más allá de la fecha prevista.

En Nueva York, Abas ha hecho saber que no se contentará con una «solución parcial» o con un compromiso que no garantice un «cese total» de la colonización.

«Hay que mantener la congelación total de la colonización de los territorios palestinos, incluido en Jerusalén. Nos negamos a toda solución parcial», declaró a la AFP su portavoz, Nabil Abu Rudeina.

«Las soluciones parciales no crean un clima adecuado al mantenimiento de las negociaciones», avisó.

El jefe de la Autoridad Palestina recibió el apoyo de la Liga írabe, para la que la prolongación de la moratoria es «una obligación».

«Si (los israelí­es) siguen erosionando la integridad territorial de la tierra palestina, cambiando la composición demográfica de este territorio y su carácter geográfico, ¿por qué perdemos nuestro tiempo?», afirmó el secretario general de la Liga, Amr Musa, en referencia a las colonias.

Los colonos judí­os de Cisjordania denunciaron el llamamiento de Obama a una prolongación de la moratoria y lo acusan de «haber cedido a las amenazas de los palestinos». Además prometieron que, a partir del domingo a medianoche, lanzarán una serie de licitaciones para una reanudación a gran escala de la construcción.

La moratoria, anunciada el 25 de noviembre de 2009 para una duración de diez meses, se aplica a las colonias de la Cisjordania ocupada, en la que viven 300.000 colonos israelí­es, pero no a las miles de obras ya iniciadas, ni a la construcción de edificios públicos (escuelas, sinagogas, etc) ni a Jerusalén Este.

MORATORIA Medida parcial


La moratoria sobre la colonización israelí­ en Cisjordania, que expira mañana pesa sobre las negociaciones de paz con los palestinos, no es más que una congelación parcial decretada por el gobierno hebreo bajo presión estadounidense para favorecer el diálogo.

El primer ministro israelí­ Benjamin Netanyahu hizo adoptar el 25 de noviembre de 2009 esta moratoria de diez meses de duración a petición de Estados Unidos, que la consideraba necesaria para reanudar las negociaciones de paz, algo que fue posible el pasado 2 de septiembre en Washington.

La fecha exacta de su expiración está sujeta a divergencias. Los responsables polí­ticos israelí­es y las organizaciones de colonos se atienen al 26 de septiembre, pero el ejército hebreo se remite a la orden militar 1653, publicada el 26 de noviembre de 2009, que menciona el 30 de septiembre.

Los territorios ocupados dependen del Ejército y es el ministerio de Defensa el que tiene la última palabra para dar luz verde a las obras.

La moratoria afecta a los asentamientos de Cisjordania, donde viven unos 300.000 colonos israelí­es, pero no a las miles de obras iniciadas antes ni a la construcción de edificios públicos, como las escuelas o las sinagogas.

Pero sobre todo no atañe a Jerusalén Este, considerada un territorio ocupado por la comunidad internacional que nunca ha reconocido su anexión por Israel en junio de 1967. Allí­ viven unos 200.000 israelí­es, mayoritariamente en los barrios de colonización.

En junio, el movimiento israelí­ anticolonización La Paz Ahora afirmó en un informe que si se suspende la moratoria al cabo de diez meses como está previsto no se verá ningún fruto, debido a las numerosas construcciones puestas en marcha por los colonos que ya anticipaban otrora la decisión.

Las estadí­sticas oficiales muestran un alza de 33% de inicio de obra en las colonias en el cuarto trimestre de 2009 con respecto al tercer trimestre (de 447 a 593), según este informe.

Al menos 2.000 viviendas pueden construirse en las colonias en cuanto expire la moratoria sin necesidad de una aprobación del Gobierno, según fuentes gubernamentales, y 13.000, según La Paz Ahora.

La Autoridad Palestina, que habí­a considerado la moratoria insuficiente, exige que se prolongue como condición para seguir negociando.

Un alto responsable israelí­ indicó el viernes a la AFP que «Israel está dispuesto a llegar a un compromiso aprobado por todas las partes sobre la prolongación de la suspensión de la construcción, dando por sentado que esa suspensión no podrá ser total».

Pero el presidente palestino Mahmud Abas reiteró que rechazaba todo acuerdo que no garantizara un «cese total» de la colonización.