Diálogo en plena tensión



Israelí­es y palestinos iniciaron hoy una primera ronda de negociaciones desde la Conferencia de Paz de Annapolis (Estados Unidos), en un clima de sospecha marcado por un aumento de la violencia en Gaza y la continuación de la colonización hebrea.

El «comité de pilotaje» que supervisa las negociaciones se reunió en un hotel de Jerusalén oeste para comenzar las discusiones que en 2008 deben dar lugar a un acuerdo para la solución definitiva del conflicto israelo-palestinos.

El comité, co-presidido por el ex primer ministro palestino, Ahmed Qorei, y la jefa de la diplomacia israelí­, Tzipi Livni, coordinará a nueve equipos de expertos por cada parte.

Esos equipos trabajarán en los temas clave del conflicto: trazado de las fronteras, estatus de Jerusalén, la suerte de las colonias judí­as y el derecho a volver a los territorios de los 4,1 millones de refugiados palestinos.

«Tengo la intención de esforzarme para intentar trazar una ví­a hacia la negociación con nuestros vecinos. En Annapolis ya empezamos y espero que desemboque en un diálogo serio», declaró ayer el primer ministro israelí­, Ehud Olmert.

El presidente palestino, Mahmud Abas, por su parte, criticó la continuación de la colonización hebrea en Cisjordania, donde Israel licitó recientemente el contrato para la construcción de 300 viviendas en la colonia de Har Homa, en Jerusalén este, la parte anexada por el Estado hebreo.

Este proyecto fue juzgado por Abas «una medida que traba las negociaciones», en una entrevista.

Mientras tanto, el gabinete de seguridad israelí­ se reunió el miércoles por la mañana para estudiar la situación en Gaza y «la sesión terminó sin una decisión», informó Mark Regev, portavoz de Olmert.

Una portavoz del gobierno israelí­ habí­a señalado anteriormente que la reunión iba a estudiar la situación provocada por los continuados disparos de cohetes desde el territorio palestino controlado por los islamistas de Hamas contra Israel.

«Por ahora, el gabinete descartó una operación de envergadura y decidió seguir actuando según el modelo actual de incursiones terrestres puntuales y ataques aéreos», dijo un responsable oficial que pidió el anonimato.

Ese responsable agregó que en la reunión se contabilizaron 115 incursiones terrestres israelí­es desde mayo en la franja de Gaza que, según cifras del ejército, se saldaron con «260 terroristas palestinos muertos» y tres militares.

El ejército israelí­ precisó que desde enero se dispararon contra Israel desde Gaza 970 cohetes Qassam y más de 1.200 obuses de mortero. Esos ataques causaron la muerte de dos civiles israelí­es e hirieron a otros 50.

Sólo en la mañana del miércoles, el ejército contabilizó «17 disparos de cohetes desde Gaza». Varios cayeron «en el sector de Sderot» (sur de Israel), cuyo alcalde presentó la dimisión en protesta por la incapacidad de las autoridades israelí­es en frenar esos ataques.

Las Brigadas de Al Qods, el brazo armado de la Yihad Islámica, reivindicaron esos disparos en un comunicado.

Ayer, seis militantes palestinos murieron en el sur de la franja de Gaza, cinco de ellos en una amplia incursión del ejército israelí­ apoyada por unos 30 tanques.

El 19 de septiembre, el gobierno israelí­ decretó como «entidad hostil» a la franja de Gaza, cuyo control tomaron los islamistas de Hamas en junio.

El 28 de octubre, Israel empezó a reducir sus suministros de carburante a ese territorio y prevé disminuir igualmente los de electricidad.

La comunidad internacional y los palestinos denunciaron esas medidas y las calificaron de «puniciones colectivas» contra los 1,5 millones de palestinos que viven en el territorio.

Israel se retiró de la franja de Gaza entre agosto y septiembre de 2005 tras haber evacuado a unos 8 mil colonos. Sin embargo, controla de hecho las fronteras terrestres, el espacio aéreo y las costas del territorio, al que suministra 63% de sus necesidades de electricidad.