Diabetes podrí­a causar extinción de indí­genas


Diabetes. El músico sudafricano de jazz, Jabu Khanyile, murió de diabetes el sábado pasado. Esta enfermedad está afectando cada vez más a grupos poblacionales completos.

Una verdadera epidemia de diabetes y obsesidad, apodada «diabesidad», amenaza a las poblaciones autóctonas de Sudamérica y del Norte, de Asia, Australia y el Pací­fico, que podrí­an desaparecer a fines del siglo si no se frena el avance de este mal, advirtieron cientí­ficos hoy.


«Estamos ante la mayor epidemia de la historia del mundo», declaró el director del Instituto de la diabetes, el profesor Paul Zimmet, en la apertura de una conferencia internacional de tres dí­as en Melbourne sobre esta enfermedad en el seno de las poblaciones indí­genas.

«Sin acciones urgentes, existe con certeza un verdadero riesgo de una desaparición importante o de una extinción total de las comunidades indí­genas antes de que termine este siglo», declaró.

La epidemia de «diabesidad», contracción de diabetes y obesidad, amenaza a las poblaciones autóctonas de América del Sur y del Norte, de Asia, Australia y el Pací­fico, precisó.

Estas poblaciones están particularmente expuestas al riesgo de diabetes de tipo 2, causada sobre todo por la obesidad, producto a su vez del cambio demasiado rápido a los modos de alimentación y de vida de los occidentales.

Ese tipo de diabetes aumenta los riesgos de enfermedades renales y cardiacas.

El profesor Stewart Harris, un experto canadiense, indicó por su parte que con un 50% de la población adulta afectada en algunas comunidades, la diabetes constituye una amenaza grave para su supervivencia.

«La transición cultural rápida en una o dos generaciones de numerosas poblaciones indí­genas a modos de alimentación occidentales y sedentarios han llevado a que la diabetes reemplace a las enfermedades infecciosas como primera amenaza a su supervivencia», explicó.

La diabetes de tipo 2 afecta ya un 50% de los adultos en la isla de Nauru, en el Pací­fico Sur, 45% de los Sioux y de los indios Pima en Estados Unidos, y 30% de los habitantes de las islas del estrecho de Torres, en el norte de Australia, indicó el experto.

Esta enfermedad no existí­a en las islas del Pací­fico antes de la Segunda Guerra Mundial, recordó.

Esta conferencia de tres dí­as sobre la diabetes en las poblaciones indí­genas debe desembocar en una serie de medidas que serán propuestas a las Naciones Unidas con el fin de frenar el avance de esta enfermedad.

Entre los medios recomendados están mejorar los servicios de cuidados a las madres y los niños, y accesos a dietas mejores para las poblaciones pauperizadas, sobre todo a través de centros y escuelas.