Día Internacional del Jazz


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En la Conferencia General que realizó la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura UNESCO en el mes de noviembre de 2011, se declaró el 30 de abril “Día Internacional del Jazz”, a propuesta del reconocido pianista Herbie Hancock, quien no tuvo inconvenientes ante los 195 miembros de la organización para que se aceptara su iniciativa, argumentando que el Jazz ha tenido a través del tiempo un gran impacto a nivel mundial.

Grecia Aguilera


Esta honrosa designación ha sido sin lugar a dudas un gran logro y tiene como objetivo sensibilizar al público sobre las virtudes de la Música Jazz porque contribuye a la construcción de sociedades más incluyentes; crea oportunidades para la comprensión mutua; es eje de la libertad de expresión y símbolo de unidad y paz. La Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, en su mensaje inaugural del 30 de abril de 2012, expuso: “A todo lo largo de su historia el Jazz ha sido una fuerza de transformación social positiva y sigue siéndolo hoy día. Por esta razón, la UNESCO proclamó el Día Internacional del Jazz. Esta música, cuyas raíces se remontan a la esclavitud, constituye una expresión apasionada contra todas las formas de opresión. Habla un lenguaje de libertad que es comprensible por todas las culturas.” En el Día Internacional del Jazz recuerdo el cumpleaños del eminente maestro Duke Ellington (1899-1974) que se conmemora cada 29 de abril, a quien le dediqué mi poema titulado “Libertad” inspirado en su descriptiva Suite “The Afro Eurasian Eclipse” la cual se basa en sus impresiones de los viajes que realizó por el mundo y en las declaraciones del sociólogo canadiense Herbert Marshall McLuhan sobre las tendencias de fusión cultural de la humanidad hacia Oriente. La Suite está dividida en ocho danzas: “Chinoiserie”, “Didjeridoo”, “Afrique”, “Acht O´Clock Rock”, “Gong”, “Tang”, “True” y “Hard Way”. Asimismo mi interpretación poética, publicada en el año 2009 en la página 34 de mi libro “Esfera sin tiempo”, está dividida en ocho estancias alusivas a cada una de las danzas, que manifiestan: I “Las cadenas/ aceleran el pulso/ de un ciclo/ cual giroscopio/ rompe/ en segundos indescriptibles/ el nacimiento/ de seres inmersos/ en una rigurosa danza.” II “El sonido/ de selvas eternas/ irriga la mente/ y el saxofón barítono/ de Harry Carney/ invade murallas/ de raíces aéreas/ en una abandonada ciudad.” III “En el punto central/ de un Sahara/ sin camino/ sin señales/ sin dominio/ arrodillados y sangrantes/ pueblos encadenados/ casi ciegos/ sin agua, sin vida, sin Dios./ Hila el tiempo/ el sonido universal/ fragua/ en los tambores ancestrales/ y lleva/ hacia los cuatro puntos cardinales/ Norte, Sur, Este, Oeste/ su desesperado grito/ de libertad.” IV “Ciudades modernas/ atadas/ a un rutinario círculo/ a una maquinaria/ inmersa en engranajes corroídos/ medidora del tiempo/ inmensurable./ Ciudades perdidas/ en el arte vano y pagano/ de la superficialidad/ clamando en secreto/ ansiosamente la verdad./ Ciudades maquilladas/ de megawatts/ y sin estrellas.” V “Del mágico/ Oriente/ vienen sonidos/ lejanos sonidos/ sagrados y sutiles/ paganos y poderosos/ erguidos y retumbantes/ brotados de solemnes campanas/ de imponentes gongs/ clamando al Emperador/ rogando al viento/ libertad.” VI “La penumbra/ invade la selva./ En el momento/ de la plegaria/ llega un suave soplo/ el soplo se vuelve sollozo/ el sollozo se convierte en canto/ y el canto es constante/ ensordecedor/ como el golpear de cadenas/ como el caminar/ sin dejar huellas/ sin saber/ hacia donde se llega.” VII “Libertad/ enterrada tras muros/ encerrada tras paredes/ de alambre espigado/ libertad/ amarrada injustamente/ a la doliente carne/ de cuerpos martirizados.” VIII “Crónicas de seres/ atormentados en masas/ pidiendo/ implorando/ llegando/ sellando la ruta/ hacia la libertad.”