Dí­a Internacional del Agua


La Organización de Naciones Unidas (ONU) tuvo a bien declarar el 22 de marzo, Dí­a Internacional del Agua. En diversos confines del globo terráqueo fue celebrado, en Guatemala se hizo otro tanto, en sintoní­a con todos los paí­ses. Mueve a consideración y la preocupación del caso, habida cuenta de ser enorme problema el lí­quido vital.

Juan de Dios Rojas
jddrojas@yahoo.com

Causa alarma y genera inmenso motivo de desaliento el comportamiento colectivo ante el deterioro a nivel de tragedia de las fuentes hí­dricas. Ven ya las consecuencias desastrosas de la escasez dí­a a dí­a del agua, sin embargo, no modifican sus malos usos y costumbres, equivalentes al desperdicio visible en gran escala.

Todo recurso natural lleva implí­cito el extremo indeseable de su agotamiento definitivo. Y por supuesto lo concerniente al lí­quido indispensable no constituye la excepción de la regla. Por el contrario, es del dominio público cómo el sistema hidrográfico presenta í­ndices por demás notorios. La propia población es ví­ctima irremediable.

El efecto semejante a pasos de animal grande tiene posicionamiento en nuestro suelo, otrora ejemplo de riqueza y abundancia del agua. A propósito del Dí­a Internacional dedicado a su conservación, aquí­ hasta generó actitudes repudiables e irresponsables. Un protagonismo deshumanizado estuvo a la orden dí­a, empero, desafiante y bárbaro.

Para labrar su propia estaca, proliferaron ejemplos ostensibles de su aberración y carente de formación, negando el rol que debemos brindar a la sociedad civilizada jamás de barbarie. Crean acaso, conforme sus entendederas absurdas que aún estamos a muchos años luz de una inminente hecatombe a tiempo que brille la resequedad.

Ejemplos empí­ricos, inclusive efectivos sacan a luz el hecho que otros recursos auténticos satisfactores humanos tienen sustituto. Vale decir, la electricidad puede remediarse, talvez retrocediendo a la antigí¼edad y vida primitiva, empero, el agua imposible sea factible sustituirse con algo a la mano, o bien, a la disposición.

Como quiera que sea, el caso insólito y merecedor de señalarse con í­ndice acusador ganó espacios a tiempo que vecinos inconscientes o retrecheros se dieron a la injusta tarea de regar con exageración muros, ventanas, puertas y aceras de su residencia. ¡Será posible que estilo don Chebo dijeron que se «friegue» bastante la Empagua?

Y de consiguiente, los malos ejemplos gozan de seguidores a montones, lamentablemente; los propietarios de vehí­culos también pusieron su cuota de ingratitud. Auxiliándose de mangueras, a semejanza de bomberos apagafuegos lavaron horas enteras su automóviles a fin de dejarlos relucientes, recién salidos de la agencia ¡qué tapas!

Qué les parece restantes actitudes en contra del agua protagonizadas en homenaje al revés del precioso lí­quido, sustento de los seres vivos, en la capital de los chapines. Los inquilinos de mercados cantonales, el lunes 23 del propio mes de marzo, barrieron de extremo las calles aledañas a algunos mercados.

No vayan a pensar que solamente con escobas. Gastaron y consumieron mayúscula cantidad de agua que después les hace mucha falta a tiempo de barrer. Jardines de residencias tampoco se quedaron a la zaga, parecí­an diluvios uno tras otro en nuestra ciudad tan llena de contrastes y dificultades que claman por un cambio de actitudes.

No está de más traer a cuento, en oportunidad del comportamiento en recordatorio del Dí­a Internacional del Agua. Diversos medios de comunicación social que hacen uso de la tecnologí­a moderna sostienen que al ritmo que van las cosas en detrimento del lí­quido vital, la Tercera Guerra Mundial la ocasionará la falta del agua.