Hoy 20 de noviembre se conmemora en todo el mundo el Día internacional de los Derechos del Niño, adoptado por la Organización de las Naciones Unidas, ONU, desde 1989 para resaltar la funesta situación que tiene este sector social en diversas partes del planeta. La fecha reconoce que los niños son lo mejor de la humanidad y evoca el día en que se firmó la Convención sobre los Derechos del Niño.
Los derechos del niño o de la infancia son derechos y libertades que poseen los niños, niñas y adolescentes. Todos son derechos universales, inalienables, irrenunciables e imprescindibles para alcanzar una buena infancia en un entorno sano, seguro y sin exclusiones.
Los seres humanos, niños o adultos somos titulares de derechos, la diferencia es que los adultos podemos pelearlos, exigir que se cumplan, reclamar por su respeto y vigencia, en contraste, los niños, niñas y adolescentes necesitan de nuestro apoyo para que sus derechos se cumplan y respeten.
En el país la niñez y adolescencia son un grupo social vulnerable, expuesto a todo tipo de abusos, arbitrariedades, malos tratos, marginación, exclusión, explotación y violación a sus derechos. La situación de los menores de edad es patética. Son varios los indicadores de vergí¼enza nacional que nos deben hacer reaccionar, por ejemplo, la mortalidad y desnutrición crónica infantil, la explotación laboral, el analfabetismo, la explotación sexual comercial y la utilización de niñas, niños y adolescentes en pornografía. A esto se añade la intervención de redes criminales que emplean a los menores como distribuidores de droga, los enrolan en redes de explotación y prostitución infantil y hasta los mandan a actuar como sicarios.
En términos de muertes violentas en contra de menores de edad, ocurridas entre enero y octubre 2009, la Policía Nacional Civil reporta 436 homicidios. El rango de edad que registra más ataques en ambos sexos es de 15 a 17 años con 344 casos, equivalente al 79 por ciento del total. Algunas victimas, previo a la muerte, fueron abusadas sexualmente, otras sufrieron torturas, tratos crueles, inhumanos o degradantes.
En Guatemala pese al marco legal existente y a los esfuerzos de los sectores público y privado, el empleo de la violencia y el modelo social de exclusión, hacen que muchas niñas, niños y adolescentes aún estén desprotegidos.
La mayor parte de esta población está en riesgo, por falta de políticas públicas, por la violencia intrafamiliar y social, por la pobreza y marginación, por falta de educación, por poco acceso a la salud y alimentación o por falta de oportunidades. El modelo neoliberal y oligárquico excluye y margina.
Este día todos los países celebran los derechos de la niñez, en Guatemala tomando en consideración las condiciones precarias de este sector poblacional, es poco o nada lo que hay que festejar. En ocasión de la fecha, hago un llamado a gobernantes y gobernados para fijar mayor atención en este grupo de habitantes, procurar brindarles protección y respeto, así como asegurarles educación, salud, alimentación, sobretodo mucho amor y comprensión.
Saludo a las niñas, niños y adolescentes de todos los rincones del país, al campesino, al labrador, obrero, trabajador, a la niña rural que se especializa en tareas domésticas y en la docilidad patriarcal, a los niños y niñas de y en la calle, a los adolescentes rebeldes, a la juventud, divino tesoro que construye el destino y la libertad de los pueblos.