La Excelentísima Señora Embajadora de la Unión Europea en Guatemala Stella Zervoudaki con motivo de celebrarse el “Día de Europa”, ofreció un brindis de honor el jueves 9 de mayo de 2013 en el Museo Nacional de Arqueología y Etnología, ubicado en la Finca La Aurora zona 13 de la Ciudad Capital. Este admirable recinto fue elegido para conmemorar tan magno evento por ser un espacio histórico que resguarda piezas y magníficas colecciones, que son testimonio de la existencia de la Civilización Maya.
La temática del museo ilustra los períodos preclásico, clásico y posclásico. Asistieron a la ceremonia los embajadores y representantes de los Estados Miembros de la UE en Guatemala. Asimismo estuvo presente Monseñor Nicolás Thevenin, Nuncio Apostólico de Su Santidad el Papa Francisco, funcionarios de gobierno, representantes del cuerpo diplomático acreditado en nuestro país e invitados especiales. Dentro de su acertado y convincente discurso la Embajadora Stella Zervoudaki manifestó con dulzura y firmeza lo siguiente: “El 9 de mayo es una maravillosa oportunidad para celebrar los logros de la Unión en la promoción de la democracia, los derechos humanos, la paz y la prosperidad en el continente europeo y una invitación para proseguir con este trabajo hacia el futuro. El camino hacia la paz, la democracia y la prosperidad siempre es largo, como demuestran la crisis actual, tanto europea como global. Se necesita valentía, liderazgo, imaginación y fuerza de voluntad para construir sobre aquello que nos une… Desde el principio de nuestra relación, los pueblos de Europa han trabajado con Guatemala apoyando con cooperación e intercambio de experiencias, abriendo mercados, invirtiendo en sus empresas y asociándose con un diálogo político como iguales con Guatemala.” La idea de la unión de los países europeos comenzó a gestarse luego del término de la Segunda Guerra Mundial. El 9 de mayo de 1950 el político Robert Schuman, siendo Ministro de Asuntos Exteriores de Francia, hizo un llamado a los países europeos por medio de la declaración que lleva su nombre para la creación de la “Comunidad Europea del Carbón y el Acero” con el fin de lograr un entendimiento que favoreciera el intercambio de las materias primas y así acelerar la recuperación económica de Europa que se encontraba sumida en la devastación total a causa de la guerra. En la actualidad la UE está conformada por 27 estados miembros que son: Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, República Checa, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, Rumania y Suecia. El himno que representa a la UE se basa en la melodía al inicio del cuarto movimiento de la Novena Sinfonía en Re menor, Opus 125 (Coral) de nuestro muy admirado y apasionado Ludwig Van Beethoven, quien escribió esta gran obra inspirado en el famoso poema “Oda a la alegría», escrito en 1785 por el inmortal Friedrich von Schiller. El “Himno Europeo” es instrumental; sus eufonías expresan por sí mismas los ideales de la UE, inspirando su bella música sentimientos de armonía universal. La bandera de color azul, con doce estrellas doradas de 5 puntos cada una, dispuestas en círculo, fue diseñada en 1955 por el artista de Estrasburgo, Arsène Heitz. El propósito principal de la UE, que tiene su Capital Institucional en Bruselas, Bélgica, es continuar velando por el bienestar social de las personas: salud, trabajo, rendimiento, vestido, vivienda y transporte. Pienso que es un logro sin igual en el Continente Europeo, que su gente haya conseguido mantenerse en unidad, concordia y armonía entre sus pueblos, preservando la cultura y las costumbres de cada país.