Devuelven el brillo a la Exposición Universal


La mayorí­a de paí­ses del mundo, desde Estados Unidos hasta Corea del Norte, estarán presentes en la primera Exposición Universal organizada por China. AFP PHOTO / PHILIPPE LOPEZ

La mayorí­a de paí­ses del mundo, desde Estados Unidos hasta Corea del Norte, estarán presentes en la primera Exposición Universal organizada por China, que será inaugurada con gran pompa el viernes en Shanghai y afirmará la posición del gigante asiático en la escena internacional.


A la inauguración sobre las orillas del rí­o Huangpu asistirán numerosos jefes de Estado extranjeros, como el francés Nicolas Sarkozy y el surcoreano Lee Myung-bak, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.

Mientras tanto, en el sitio de la Expo2010 -una miniciudad de 5,3 km2, o dos veces el tamaño de Mónaco- los obreros dan las últimas puntadas a algunos de los pabellones.

La gran mayorí­a de pabellones -algunos más extravagantes que otros- se encuentran ya listos para recibir a los visitantes y presentarles su visión de la temática «Mejor vida, mejor ciudad», una mezcla de propuestas de desarrollo sostenible para el mundo urbano y de derroche tecnológico.

Shanghai invirtió unos 58.600 millones de dólares en la infraestructura del evento, según la prensa local, una cifra mayor que la de los Juegos Olí­mpicos en Pekí­n hace dos años.

La ciudad sufrió una metamorfosis completa, gracias a la inauguración de nuevas lí­neas del metro y a la remodelación del mí­tico Bund, un paseo de dos kilómetros de largo a orillas del Huangpu.

La seguridad en Shanghai fue reforzada también, para evitar cualquier problema y alejar la posibilidad de eventuales protestas de disidentes.

Un récord de 192 paí­ses estarán presentes en la Expo2010.

Muchos de ellos apostaron por una mezcla entre la tradición y la modernidad, como España, que propone un viaje multimedia a través de su historia.

«Somos un paí­s tradicional, con sus raí­ces en el pasado, pero estamos decididamente lanzados hacia el futuro, de la misma manera que China, que es un paí­s legendario pero también volcado hacia el porvenir y el crecimiento», señaló Marí­a Tena, comisaria general del pabellón español.

Francia también propone una alianza entre lo moderno y lo antiguo, con la temática de la «ciudad sensual».

Gran Bretaña optó por asombrar con el objetivo de romper algunos de los estereotipos existentes sobre los británicos en China, como su supuesta inclinación por los sombreros hongo y los paraguas.

El arquitecto Thomas Heatherwick diseñó un edificio que acapara todas las miradas, con sus 60 mil varillas de acrí­lico que se mueven y capturan la luz.

En el centro del edificio se encuentra un pequeño espacio silencioso -en la penumbra durante el dí­a y luminoso de noche- de donde emergen las varillas, en cuya punta se encuentran guardadas semillas.

Esta «catedral de semillas» -que también se asemeja a un «erizo»- se ha ganado ya el cariño de los visitantes durante las jornadas de prueba, siendo fotografiada desde todos los ángulos posibles.

Sin embargo, el pabellón chino -una pirámide invertida de color rojo- eclipsa con su tamaño a todos los demás.

En el interior del pabellón el filme de propaganda «China armoniosa» – eslogan del régimen comunista en la era de Hu Jintao- es proyectado en una pantalla de 360 grados.

El proyecto chino para la Exposición Universal -la más grande de la historia- le ha devuelto indudablemente brillo al evento, que nació en el siglo XIX y parecí­a algo anticuado en la era del Internet. Queda claro que la propuesta de la gran potencia emergente y tercera economí­a mundial suscita el interés mundial.

«Es evidentemente una señal tangible de la importancia de China tanto sobre el plano económico como geoestratégico que la organización de esta Expo sea acá en Shanghai, que es la gran ciudad china orientada hacia el exterior», indicó el director del pabellón francés, José Freches.

Los organizadores esperan que durante los seis meses que durará la Expo2010 visiten la ciudad hasta 100 millones de personas, en su gran mayorí­a chinos.

«Somos un paí­s tradicional, con sus raí­ces en el pasado, pero estamos decididamente lanzados hacia el futuro, de la misma manera que China, que es un paí­s legendario pero también volcado hacia el porvenir y el crecimiento.»

Marí­a Tena

Comisaria general del pabellón español.