Líderes tribales de Namibia recibieron hoy los cráneos de veinte compatriotas suyos capturados hace más de un siglo por las fuerzas coloniales alemanas para efectuar experimentos raciales.
La devolución de los cráneos fue un recordatorio de la breve etapa colonial de Alemania en ífrica, que incluyó la sangrienta supresión de un levantamiento de las tribus Herero y Nama entre 1904 y 1908 que dejó decenas de miles de muertos.
Las cabezas de cuatro mujeres y dieciséis varones, incluso un niño de unos tres años, fueron cortadas y preservadas intactas en formaldehído.
Los investigadores dicen que no muestran signos de violencia ni está claro cómo murieron, aunque posiblemente fueron víctimas de las fuerzas alemanas en Namibia en ese tiempo, o murieron en un campamento alemán.
Cuando los restos llegaron a Berlín, entre 1909 y 1914, los científicos intentaron demostrar la «superioridad racial» de los europeos blancos respecto de los africanos negros analizando las características faciales de las cabezas, dijo Thomas Schnalke, titular del Museo Histórico Médico de Berlín.
En los años 20 las cabezas fueron disecadas hasta dejar solamente los cráneos.
Karl Max Einhaeupl, presidente de la junta de la Universidad Charite de Berlín, se disculpó por la injusticia de aquella época. «Al devolver los restos humanos, Charite desea manifestar su respeto y contribuir a honrar la memoria de las víctimas», afirmó Einhaeupl. «Lamentamos profundamente los crímenes cometidos en aquel entonces, y deseamos disculparnos sinceramente».
El gobierno de Namibia solicitó la devolución de los cráneos en el 2008, pero demoró años la identificación de su origen.
Una delegación de 73 líderes tribales de Namibia, funcionarios del gobierno y periodistas llegó a Berlín esta semana para recibir los cráneos de once Nama y nueve Herero y para asistir a varias ceremonias.
Ayer, alemanes y namibios participaron en una ceremonia religiosa en la Iglesia de San Mateo en Berlín. Los veinte cráneos fueron colocados frente al altar. Varios namibios se inclinaron frente a los cráneos entonando cánticos y oraciones.
«Hoy nos duele el corazón, pero mientras lloramos y condenamos el mal, también estamos agradecidos de restablecer el honor y dignidad de nuestros antepasados», afirmó Neville Gertze, embajador de Namibia en Alemania.
La Universidad Charite hace unos años firmó una carta de intención con el gobierno australiano para devolver los cráneos de 18 aborígenes australianos, pero hasta ahora no se ha concluido su identificación.
Los esfuerzos del museo por devolver los cráneos cuentan con el apoyo del gobierno alemán.