Los científicos han detectado por primera vez huellas de vapor de agua en la atmósfera de un planeta extrasolar, poniendo así de manifiesto que ese elemento esencial para la vida humana existe también muy lejos de la Tierra, según un estudio que la revista Nature publicará el jueves.
El exoplaneta observado mediante el potente telescopio espacial de rayos infrarrojos Spitzer, que la NASA tiene en órbita desde 2003, es gaseoso, pertenece a la categoría de los «Júpiter calientes» y los astrónomos lo conocen por la sigla «HD 189733b».
Se encuentra en la constelación de Vulpecula (pequeño zorro), a unos 60 años luz de la Tierra.
Los planetas que están fuera del sistema solar reciben el nombre de «Júpiter calientes» porque se encuentran muy próximos a su estrella, son muy calientes (unos 2.000 grados centígrados en fase diurna y 500 en fase nocturna) y tienen un tamaño comparable al de Júpiter.
El «HD 189733b», que es un 25% mayor que Júpiter, gira alrededor de su estrella a una distancia 30 veces inferior a la que separa a la Tierra del Sol.
Fue descubierto en 2005 por un equipo dirigido por la astrónoma Giovanna Tinetti que trabajaba para la Agencia Espacial Europea, el University College de Londres y el Instituto de Astrofísica de París.
La gran novedad es que el análisis de las imágenes en infrarrojo tomadas por Spitzer muestra la presencia de agua en la atmósfera de ese exoplaneta.
«Aunque esté lejos de ser habitable y presente un medio ambiente más bien hostil, nuestro descubrimiento prueba que el agua puede ser más común en el universo de lo que pensamos», comentó Tinetti.
El objetivo de los investigadores es encontrar un planeta telúrico (rocoso) con agua.
«Cuando eso se produzca, se dispondrá de una verdadera prueba de la posibilidad de encontrar planetas extrasolares con capacidad de albergar vida. El hallazgo de agua en un gigante gaseoso es un paso importante hacia un descubrimiento de ese tipo», añadió la científica.