Destapar la olla


Editorial_LH

La salida del gerente del Instituto Nacional de Electrificación (INDE), Marinus Boer, ha traído una pequeña muestra del nivel de negocios que se han manejado y se siguen manejando en la cartera de Energía y Minas y, más en lo particular, a lo interior del subsector eléctrico sin que haya mayor control.

Incluso hay un viceministro de Energía, Edwin Rivas, quien declaró a un matutino que no conocen las interioridades del contrato a pesar de que en el mes de julio se les hizo una presentación de la que, aparentemente, no quedaron muy satisfechos.


La pregunta es ¿Cómo puede un contrato que no aparenta ser transparente, llegar tan lejos sin que el Consejo haga algo? ¿Será que la misma incapacidad la han utilizado los miembros de dicha instancia para no cobrar sus dietas demostrando que son babosos pero no mañosos?
 
Pero lo más importante es que Boer ocupó el cargo durante bastante tiempo como para saber y/o ser parte de una buena cantidad de contratos y adquisiciones que podrían tener las mismas relaciones y negociaciones oscuras que están saliendo a luz ahora que ya no está en el cargo.
 
Es un reto claro para la Contralora General de Cuentas de la Nación, Nora Segura, para que se haga un ejemplar proceso de investigación que permita deducir responsabilidades no solo contra el exgerente, sino que contra todos los que de una u otra manera por participación o pasividad, hayan dejado que se despilfarrara el dinero de los guatemaltecos.
 
Lamentablemente, mientras eso no suceda, todos seguiremos sintiendo de nuevo que un grupo de “servidores públicos” se han podido aprovechar de su puesto para hacer fortunas mientras que las grandes necesidades del país se profundizan por la falta de recursos para poder implementar políticas más adecuadas.
 
Si la transparencia es un verdadero interés, este debería ser el momento de detenerse, escandalizarse y profundizar en el tema para cortar los tentáculos de un grupo que negocia las concesiones y adjudica contratos como que se tratara de una empresa de su propiedad.
 
Es muy cuestionable el procedimiento realizado por Boer y que ha quedado explicado en los documentos presentados por la CGCN, pero será más importante ver quiénes eran los de “arriba” que le permitían realizar dichas gestiones porque, seguramente, hay más personas que se beneficiaban de estas situaciones. El presidente Pérez Molina debería analizar si es conveniente mantener a una cúpula que podría estar involucrada en estos hechos porque nadie cree que sean tan brutos de no darse cuenta.
   
MINUTERO:
El tema de la corrupción
no recibe mayor atención;
aquí todos los días nos roban
pero además nos joroban