DESPUÉS DE LA TORMENTA, LA CALMA Y LA FELICIDAD


¿Recuerdan ustedes la triste tragedia que le tocó vivir a Jorge Efraín Cac Gutiérrez? Es una de las tantas que a diario les toca a muchas personas en Guatemala.

Fredy Padilla A -1 658223

 


Es una tragedia que no  sólo el que la vivió quisiera olvidar sino que todo aquel que ha padecido algo similar.

El 3 de enero de 2011, una mujer hizo estallar una bomba dentro del bus de las Rutas Quetzal, donde varias personas perdieron la vida, incluyendo la familia de don Efraín. Ese año, después del atentado, don Efraín quedó tan mal que tuvo que recibir terapia, pues pensaba quitarse la vida, ya que como decía «sin mi familia para qué quiero esta vida».

Y con razón, si en ese momento le habían quitado lo que para todo hombre es lo más importante; en ese instante muchas personas se volcaron para darle ánimo, a fin de que de alguna forma lograra sobrellevar la situación, con mensajes, ayudas, y hasta el ese entonces Presidente, Álvaro Colom, le dio apoyo para que lo tratara un psicólogo y así poder ayudarlo con el trauma del cual no podía salir.

Un año después, con la ayuda recibida, y con los esfuerzos de él de querer vivir, DIOS le puso a la mujer que en estos momentos la hace su esposa, para alegría de los dos. La semana pasada contrajo nupcias con Maura Cipriana Misti, con quien se conociera en el Hospital Roosevelt, en donde recibía la terapia luego del suceso.

En estos tiempos en que debemos reflexionar sobre la vida, la pasión y muerte de Jesús, tenemos también este, si queremos llamarlo ‘‘MILAGRO’’, porque que alguien salga de  un trauma tan grande después de una crisis como la que le tocó vivir a don Efraín, es un milagro.

Ahora él tiene una nueva familia, una familia que DIOS le regaló, una familia que algún día tuvo y que por cosas del destino le tocó perderla; ahora en medio de tanta incertidumbre, empieza una nueva vida, una segunda oportunidad que DIOS en su infinita misericordia le da para poder salir adelante.

Como popularmente decimos, DIOS aprieta pero no ahorca, DIOS quita pero no arrebata. Los milagros existen, de una u otra forma se ven y aquí tenemos uno que, como dije, en estos días de reflexión tomemos este caso como que fuera nuestro para poder estar en paz con todas las personas que nos rodean, pero sobre todo en paz con DIOS porque sólo ÉL nos da lo que nosotros tanto necesitamos, paz y confianza para poder vivir conforme a sus mandatos.