Con una bolsa plástica transparente donde guardan sus pocas pertenencias, 135 guatemaltecos, incluidas 21 mujeres, despertaron este viernes del «sueño americano» al volver deportados a Guatemala, luego de ser capturados en Estados Unidos por agentes de migración.
Los funcionarios estadounidenses «la verdad es que nos trataron muy mal, como si fuéramos terroristas, asesinos o violadores», relató Antonio, un joven que estuvo encarcelado 22 días en San Antonio, Texas (sur), mientras esperaba su deportación.
El joven contó que durante el vuelo -financiado por el gobierno estadounidense- estuvieron engrilletados de manos y pies. Pero «al entrar a territorio guatemalteco nos las quitan», explicó.
Asimismo, como medida de seguridad les quitaron los cordones de los zapatos y el cinturón del pantalón, que les fueron entregados después del chequeo migratorio guatemalteco en la base de la Fuerza Aérea, en la capital.
Antonio, que llegó con un pantalón y dos camisas en la bolsa plástica, aseguró que volverá a emprender el camino hacia Estados Unidos, dado que en Kansas City (centro) vive su familia y su hijo de un año y medio.
Anteriormente ya había sido deportado, el 31 de enero, por carecer de documentos, confesó. Pero el amor a la familia y «la falta de empleo en Guatemala me obligan a volver a intentar el viaje. No me queda de otra», dijo.
Antonio se quejó de la atención de las autoridades guatemaltecas.
«No nos ayudan en nada, no nos dan ni siquiera dinero para el pasaje, la mayoría somos del interior del país», agregó, explicando que es del poblado de Jutiapa, 90 km al este de la capital.
Un funcionario de Migración indicó que tras el chequeo migratorio ponen a disposición de los deportados un teléfono para que puedan comunicarse con sus familiares y explicarles su situación.
Además, la cancillería les da alimentación y transporte hasta el centro de la capital, donde tienen que emprender el camino a su hogar, muchas veces sin dinero, con los sueños truncados.
En tanto, Rolando, otro deportado, exigió a gritos al personal de migración que le entregaran sus pocas pertenencias para viajar rápidamente hacia Las Chinamas, el paso fronterizo con El Salvador, de donde es.
«Ya hablé con mi familia y van a venir, pero se hace tarde», comentó, en alusión a las dos horas de camino que tiene que recorrer hacia su lugar de origen.
Rolando contó que vivió tres años en Washington y fue deportado antes en 2008, pero su precaria situación económica lo obligó a intentar otra vez la conquista del «sueño americano».
Datos de Migración indican que con este grupo los guatemaltecos deportados en lo que va de 2010 suman 9 mil 726, cifra inferior a los 11 mil 255 de los primeros cinco meses de 2009.
Durante 2009 fueron deportados 27 mil 222 guatemaltecos, una cifra sin precedentes.
Autoridades de Centroamérica, y de Estados Unidos, México y Canadá acordaron ayer combatir la trata de migrantes, en un foro celebrado en el estado mexicano de Chiapas (sureste).
La XV Conferencia Regional sobre Migración se celebró el viernes en la ciudad de Tapachula, frontera con Guatemala, con la presencia de viceministros de Belice, Canadá, Costa Rica, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y República Dominicana.
Los funcionarios «acordaron combatir el tráfico de migrantes y la trata de personas, normar las políticas de viaje de las personas menores de edad que quedan separadas de sus familias para la reunificación familiar», dijo en comunicado el ministerio.
Durante sesiones previas al evento oficial, organizaciones civiles solicitaron el jueves a los gobiernos, especialmente al mexicano, enfrentar el secuestro de migrantes que se registra frecuentemente cuando los migrantes transitan por México para llegar a Estados Unidos.
«Los secuestros a personas migrantes son una práctica sistemática y dolorosa; exigimos a los gobiernos, y en particular al gobierno de México a que establezcan mecanismos conjuntos que brinden protección a las personas migrantes», demandaron, Fermina Rodríguez y Melissa Vértiz de la Red de organizaciones civiles para las migraciones.
La estatal Comisión Nacional de Derechos Humanos estima que, solamente entre septiembre de 2008 y febrero de 2009, fueron raptados en territorio mexicano casi 10.000 «sin papeles» y pagados unos 25 millones de dólares en rescates.