Despedida a un amigo


Profesor Leonidas Letona Estrada, A-1 259429

Cuando lo conocí­ impartí­a clases en la escuela primaria del municipio de Pastores del departamento de Sacatepéquez. Como maestro se habí­a trazado otras metas, otros anhelos y otras inquietudes: aprender y enseñar a jugar el futbol. Ese era su ideal y con ese ideal ya realizado fallece. Su producción como técnico de futbol era aprovechada actualmente en las esferas deportivas.

Fue un gran compañero de trabajo en la década del 80. Recorrimos casi toda la geografí­a del paí­s impartiendo cursos sobre cómo jugar el futbol, él, como técnico ya con mucho conocimiento y experiencia, yo dando a conocer la historia y la forma de administrar una Asociación Departamental de Futbol, según rezaba la ley de la materia.

Cuando dejó de dar clases en la escuela primaria, pasó a integrar equipos en su ciudad natal, pero su anhelo era hacerse entrenador de futbol y lo logró asistiendo a cuanto curso se impartí­a tanto en Guatemala como fuera de ella. Ya graduado se inició con selecciones juveniles y eso le valió el respeto de tanto futbolista que recibió sus sabias enseñanzas.

Me estoy refiriendo al recordado profesor JOSí‰ ERNESTO ROMERO ARí‰VALO que falleció el pasado viernes 3 de agosto del corriente año ví­ctima de un repentino mal que se lo llevó cuando más era necesario su saber en asuntos de futbol nacional.

El Profe Romero, como se le conocí­a, era originario de Antigua Guatemala y por esa razón era un caballero digno de respeto. Sus principios eran cimentados en la honradez como referente a una actitud que demostró en el transcurso de su trabajo dentro de los cí­rculos del futbol guatemalteco.

Espero que las autoridades actuales de la Federación de Futbol reconozcan su labor y como un homenaje a su memoria pongan en manos de su distinguida familia alguna ayuda que les sirva para paliar el sufrimiento y el pesar por su desaparición.

Por mi parte deseo cristiana resignación a sus deudos, a los entrenadores de futbol que fueron sus amigos y al futbol en general que tanta falta le hace que haya entrenadores nacionales de la talla del profesor Ernesto Romero. Que en paz descanse.