Claudia Navas Dangel y Guillermo Fernández
En Guatemala, más de un millón de niños y niñas menores de cinco años (1,018, 383) padecen desnutrición crónica, es decir, tienen retardo en su crecimiento y pérdida de desarrollo por la falta de alimentación adecuada. Casi el 70 por ciento de estos infantes son indígenas que en su mayoría viven en el occidente del país. Son cifras alarmantes que nos colocan como el país con el índice más alto de desnutrición en América Latina, y sexto a nivel mundial.
Algunos candidatos a presidente y vicepresidente de la República hablaron con nosotros sobre los planes que tienen para reducir la desnutrición en la niñez guatemalteca, he acá algunas de sus ideas.
Marco Cerezo de la Democracia Cristiana
«Las cifras son graves, se habla de un 50 por ciento en algunas zonas rurales y de 15 por ciento de daño cerebral agudo en ciertas regiones, debido a la desnutrición, eso significa que tenemos una población que no está capacitada para competir, para hacer deporte, para ser buenos trabajadores. La desnutrición tiene que atacarse desde las oportunidades de trabajo del padre, tenemos que crear políticas de generación de empleos en áreas rurales, ayudar a la madre para que tengan asistencia social desde los centros de salud y se les atienda adecuadamente, crear programas de asistencia social económica como las remesas familiares».
Alejandro Giammattei de la Gran Alianza Nacional
«El índice de desnutrición de Guatemala es comparable con Somalia, pero cuando uno compara Somalia con Guatemala se da cuenta de que ese país no tiene la cantidad de recursos que tiene Guatemala, no tiene la potencialidad en la tierra como nosotros, es urgente trabajar con programas de asistencia alimentaria para reducir el grado de desnutrición de quienes la padecen hoy, pero tener claro y trabajar por los que podrían padecerla mañana, hay que ir a la causa y trabajar en eso».
Rigoberta Menchú de Encuentro por Guatemala
«Es vergonzoso e indignante que haya hambre en Guatemala, es vergonzoso que el 50% de nuestros niños y niñas vivan con desnutrición crónica, es terrible mirar los rostros de los niños y jóvenes en los que se nota que no van a lograr una calidad de vida, que no van a lograr desarrollarse, es una realidad fuerte, por eso es necesario trabajar en un plan de emergencia, para salvar la vida de estos niños y evitar que nazcan más niños en estas condiciones».
Fritz García-Gallont del Partido Unionista
«Si definimos al joven, al niño como el centro de nuestra prioridad, es en la escuela donde tenemos la oportunidad de darle no solamente educación y salud preventiva sino una nutrición adecuada, a través de una refacción escolar balanceada que llegue a todos, si logramos ese ideal unionista y que todos tengan acceso a lo que planteamos en 12 años Guatemala será otra».
Eduardo Suger del partido Casa
«Tratar el tema de desnutrición y salud en general es sumamente importante, nosotros lo vamos a hacer integrando los ministerios de Salud y Educación, porque no basta con combatir la desnutrición con la refacción escolar, tiene que haber un plan de nutrición general para toda la niñez de Guatemala. Tenemos que manejar de una manera óptima los recursos del Estado, de esta cuenta irán en un solo ministerio con dos secretarías, porque sin salud no puede educarse, sin educación no puede haber mejoría».
Pablo Monsanto de la Alianza Nueva Nación
«En Guatemala existe más de un millón de niños desnutridos porque la población vive en estado de pobreza y pobreza extrema, nosotros que conocemos el país, nos dimos cuenta que la alimentación en el campo no llena las necesidades básicas para tener un desarrollo normal, tanto físico como mental, y eso es producto del sistema económico en el que no sólo no existe empleo y salarios justos, sino que hay una actitud de marginación. La desnutrición viene desde que los niños están en el vientre de las madres, si la madre no se alimenta bien y no tiene una adecuada atención prenatal, los niños se ven afectados, para combatirla, es necesario resolver los problemas de desarrollo económico y social del país, que la gente tenga dónde trabajar y atención adecuada por parte del Estado».
Rafael Espada de la Unidad Nacional de la Esperanza
«La prioridad número uno para nosotros, es disminuir del 49% que es la desnutrición severa en el país, a un 42% en los primeros cuatro años de trabajo. La desnutrición es una prioridad para nosotros, por eso vamos a crear programas adecuados para alimentar a la niñez guatemalteca, por lo menos dos veces al día, combinado con educación distribuyendo a través de las escuelas, vamos a descentralizar el proceso para que sean las municipalidades y las comunidades las que hagan esto, vamos a hacer un esfuerzo para mejorar la economía y garantizar esto a la niñez».