El día de ayer, el nuevo jefe de la bancada del Partido Patriota dijo que los diputados oficialistas abandonaban su esfuerzo por consensuar posturas para lograr la aprobación de los bonos y préstamos y que dicha acción era un acto de buena voluntad para buscar un espacio en la agenda, pero que no le pediría al Presidente que retirara la iniciativa porque ello vedaría el derecho constitucional que tiene el Ejecutivo para presentar iniciativas de ley.

Horas antes, según dijeron algunos jefes de bloque, tal y como hacía Álvaro Colom, el oficialismo citó a algunos de estos a una reunión privada en la zona 14, donde se pusieron de acuerdo para desentrampar la agenda y en la que se acordó que era necesario el compromiso del PP para retirar de la discusión los bonos.
Horas más tarde, el mismo Presidente tras lo dicho por Arístides Crespo, dijo que él no retiraría la iniciativa de ley con la que se pretende la aprobación de bonos y préstamos, porque las deudas, nos guste o no, hay que honrarlas, dijo.
También en la tarde, los jefes de bloque, en una sesión exprés y sin contar con el voto de Lider, se pusieron de acuerdo para desentrampar la agenda (que por ahora no incluye bonos), finalizar con los juicios políticos y conocer leyes importantes como las de transparencia, ley electoral de partidos políticos, celulares, etc.
Ayer por la tarde, Roberto Villate de Lider advertía a los jefes de bloque que les iban a meter un gol porque luego no se respetaría el acuerdo, dando a entender que una vez desentrampada la agenda el oficialismo insistirá con los bonos y hoy por la mañana, el diputado independiente, José Alejandro Arévalo, advierte en su columna que hay aspectos que no le cuadran de la forma en que se están dando las cosas y nos deja saber que las iniciativas por la transparencia ya fueron minadas.
Dice el diputado que: “Los votos razonados en los dictámenes son muy ilustrativos, poniéndonos en alerta sobre la verdadera intención de aprobarse algunas de las reformas legales de la iniciativa 4461. Por ejemplo, a última hora se eliminó la regulación de fideicomisos, ONG, asociaciones y organismos extranjeros (ni siquiera la obligación de cumplir con la Ley de Contrataciones); flexibilizan peligrosamente los CDP (certificado de disponibilidad presupuestaria); eliminan cualquier sanción por contratación de deuda espuria, ilegal y sin presupuesto; esconden la publicidad y fiscalización de transferencias y modificaciones presupuestarias; afectan la autoridad fiscalizadora de la Contraloría General de Cuentas y manosean la independencia de la SAT. Además, autorizan al Ministerio de Finanzas para cambiar el destino de préstamos aprobados. Ojalá todavía pueda superarse tanto entuerto.”

Con esos cambios, no nos puede extrañar que ahora sí pasen las leyes de transparencia porque no servirían para nada más que fortalecer un sistema corrupto y ello sirva de antesala para que el oficialismo vuelva a insistir en la aprobación de bonos y préstamos, aduciendo que habiéndose aprobado el paquete de transparencia, ya hay garantías para dotar de más recursos al Gobierno. Por si las moscas, el plan de contingencia del Ejecutivo es pagar la deuda flotante del presupuesto ordinario, como ya lo declarara tiempo atrás el Ministro de Comunicaciones, así que el pago es algo seguro.
Y yo vuelvo a insistir y no me canso en el sentido que todo esto ocurre porque salvo los mismos y pocos de siempre, el grueso social no juega su papel ciudadano dejando que los diputados puedan hacer sus acuerdos y componendas como mejor les venga en gana y puedan hacer inútiles iniciativas que serán aprobadas por taparle el ojo al macho sin darnos cuenta que en la transparencia y rendición de cuentas, está el futuro de nuestra nación si queremos darle vuelta a nuestra patética realidad.
Ya veremos si todo esto que está pasando, es una buena y bien montada cortina de humo…