Una jueza federal desestimó el jueves una demanda interpuesta por un grupo de posibles inmigrantes a quienes les dijeron que habían ganado la oportunidad de solicitar una visa de Estados Unidos, y dijo que el Departamento de Estado tenía razón al anular los resultados de su sorteo anual de visas por un problema informático.
WASHINGTON / Agencia AP
La gente en el grupo ha buscado que se les considere una demanda colectiva, lo que significaría que sus casos podrían convertirse en uno, en su intento de impedir que el gobierno anule la selección en la lotería de visas.
Uno de ellos, Armande Gil, de 42 años, es originario de Francia y vive en Florida. Gil considera que la decisión de la jueza Amy Berman Jackson es otra decepción.
«Hace aún mayor la injusticia, y es una sensación de que no hay nadie que nos escuche y lo que quiera hacer el gobierno con nosotros lo puede hacer y no podemos hacer nada», dijo Gil, quien espera mantener viva la posibilidad de conseguir una visa sin la tradicional petición familiar o laboral.
Unas 22.000 personas recibieron la noticia a principios de mayo que habían ganado un codiciado puesto en el Programa de Lotería de Visa por Diversidad del Departamento de Estado, enfocado a incrementar el número de inmigrantes de países con tasas de emigración tradicionalmente bajas.
De los casi 15 millones de solicitudes enviadas entre el 5 de octubre y el 3 de noviembre de 2010, unos 90.000 nombres deberían de haber sido seleccionados al azar por un programa informático. El número ha sido reducido a no más de 55.000 luego de entrevistas y otras reglas de elegibilidad.
Un error en el sistema provocó que casi el 90% de los ganadores fuera gente que entregó su solicitud en los primeros dos días del período de solicitud.
Varios de los ganadores originales interpusieron una demanda en una corte federal de Washington el mes pasado, semanas después de que los resultados se anularan. Una nueva lotería está programada para el viernes y son elegibles para participar en ella todos los que llenaron su solicitud el año pasado.
Kenneth White, abogado de California que representa a Gil y otros en el caso, no ha respondido por el momento un correo electrónico para conocer su opinión. Un representante del Departamento de Estado no respondido de momento a un mensaje telefónico.