Desempleo estructural


Miguel-Saquimux-2012

El carecimiento de empleo que pueda padecer una persona, también conocido como desempleo. Es una situación que en Guatemala tiene orígenes estructurales, debido a que este fenómeno económico se presenta de una manera crónica, haciendo de ello algo complejo de mitigar o solucionar.

Miguel Saquimux Contreras


En economía se han desarrollado modelos, mismos que incluyen en sus respectivos análisis la variable desempleo, en donde se fija una tasa óptima para cualquier sistema, la cual oscila entre 4 % y 6 % por lo regular. Lo anterior constituye una postura netamente teórica, sin embargo, ello es de ayuda para lograr abordar todo lo relacionado con el tema, pero, siempre recordando que la aplicación de lo teórico a la realidad muchas veces no es conveniente hacerlo a totalidad, dado que, los modelos son probados en condiciones distintas a las que puedan presentar sistemas como el guatemalteco.

Uno de los últimos datos presentados el año anterior, fue el de la tasa de desempleo en Guatemala. En esta oportunidad autoridades del Instituto Nacional de Estadística –INE–, afirmaron que el desempleo en el país aproximadamente se posiciona en 3.2 %, haciendo énfasis en que la misma se había elevado en 0.3 %. Lo anterior puede dar la impresión que en lo que respecta al tema, se encuentra “bajo control” de los agentes participantes, además de hallarnos en un escenario muy cercano a lo ideal.

Antes de entrar en detalle, es adecuado citar que también existen otros tipos de desempleos, como lo son el friccional y estacional. El primero se refiere a la situación que se da cuando una persona cambia de empleo o se queda sin el mismo, pero, se caracteriza principalmente por la brevedad –este lapso puede oscilar entre cero y seis meses– en que el individuo se coloca en un nuevo puesto laboral. Por otra parte, el desempleo se considera estacional cuando la mano de obra es ocupada en ciertos meses del año, que dicho sea de paso este es altamente asociado al trabajo agrícola, presentándose frecuentemente en países que basan su economía en cultivos tradicionales.

El objetivo es confirmar las razones que determinan el desempleo estructural en Guatemala, a lo que se puede agregar que el mismo tiene un origen multicausal, lográndose destacar entre estas la baja inversión directa y por consiguiente, la pobre capacidad del país de crear nuevos puestos laborales, los limitados niveles educativos de la Población Económicamente Activa –PEA–, escaso acceso a créditos, modesto número de nuevas Pequeñas y Medianas Empresas –pymes–, obstáculos al emprendimiento, entre otros más.  

Entonces, como bien lo describe el tipo de desempleo al que se dedica este espacio, el mismo se encuentra altamente asociado a las limitantes estructurales que posee nuestra economía, en donde la rigidez manifestada en el sistema durante los últimos siglos, ha ocasionado que poco o nada cambie la situación.

No queda más que enfocarse en la forma de comenzar a combatir este complejo fenómeno, en donde se debe contemplar en primer lugar que las soluciones deben plantearse desde perspectivas distintas a las propuestas en décadas pasadas. Cuando se dice que las propuestas deben ser distintas, es por el hecho de que hoy en día, un considerable porcentaje de la población que vivía en el área rural ha migrado a los centros urbanos; es decir, que las soluciones deben ir más allá del problema de tenencia y uso de la tierra.