En el sector privado estadounidense continuaron los despidos masivos en agosto, aunque a ritmo más lento, confirmando la perspectiva de alza del desempleo para los próximos meses pese a las señales de estabilización de la economía.
Según la encuesta mensual de la oficina asesora en recursos humanos, ADP, el sector privado no agrícola eliminó 298 mil puestos de trabajo en Estados Unidos en agosto.
Esta cifra es bastante más alta que la esperada por los analistas, que vislumbraban unos 250 mil despidos.
Pese a todo, «el descenso del empleo en agosto es el más débil desde septiembre de 2008», el mes más duro de la crisis financiera, destacó ADP, y las «pérdidas de empleos disminuyen claramente»: agosto es el quinto mes consecutivo en que son menores a la del mes precedente.
La oficina advierte sin embargo que «pese a las señales recientes de estabilización de la actividad económica global, (…) El empleo bajaría por al menos varios meses más, aunque a un ritmo más débil».
En lo que respecta a agosto, el sector servicios, que genera más de 85% del empleo no agrícola en Estados Unidos, perdió 146 mil puestos. Y a pesar de la recuperación de la actividad industrial en agosto como testimonian los últimos indicadores, este sector suprimió 152 mil empleos, según ADP.
La encuesta ADP da la primera visión general sobre la evolución mensual del empleo en Estados Unidos, antes de que se publiquen las cifras oficiales mañana, cuando se cumple el primer viernes del mes por parte del Departamento de Trabajo, que abarcan tanto al sector público como al privado.
Los analistas prevén que el informe del departamento anunciará 225 mil despidos en agosto (tras los 247 mil de julio) y un regreso de la tasa de desempleo a 9,5%, después de su inesperada baja de 0,1% el mes anterior.
El presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, juzgó el 21 de agosto que la economía tenía buenas posibilidades de recuperación a «corto plazo» y la mayoría de los analistas espera para que las cifras del PIB para los tres meses de verano (boreal) revelen un retorno al crecimiento tras cuatro trimestres consecutivos de baja de la actividad.
Pero responsables de la Fed, economistas y el gobierno no dejan de repetir que la recuperación será muy frágil y que la tasa de desempleo, que podría sobrepasar 10% de aquí a fines de año, recién empezaría bajar muy entrado 2010.
La mayoría de los gobernadores de la Reserva Federal (Fed), piensa que la economía de Estados Unidos se recuperará «lentamente» en el segundo semestre y todos estiman que la misma es «todavía vulnerable a los shocks», según las actas de su última reunión, publicadas ayer.
El documento de la reunión del Comité de Política Monetaria de la Fed (FOMC) muestra igualmente que la situación del empleo continúa siendo «un motivo particular de preocupación» para el banco central, pese a una desaceleración de los despidos.
En otro estudio publicado ayer, la oficina Challenger, Gray & Christmas indicó que el número de supresiones de empleos en Estados Unidos y en el extranjero anunciadas en agosto por las empresas estadounidenses había bajado 21% con relación a julio.
Pero este mejoramiento totalmente relativo no es necesariamente una señal de optimismo para el trabajo.
«El mercado del empleo comenzará a retomar su impulso sólo cuando aumenten las contrataciones y esto no es esperado antes de avanzado el año próximo», dijo Sophia Koropeckyj, de Moody Economy.com, agregando que harán falta «varios años para absorber los numerosos activos (que perdieron su trabajo) durante esta gran recesión».